El presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez, reveló que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) les oficializó su intención de firmar un contrato interrumpible.

31 de agosto de 2023, 12:01 PM
31 de agosto de 2023, 12:01 PM

El presidente de Energía Argentina (Enarsa), Agustín Gerez reveló que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) les oficializó su intención de firmar un contrato interrumpible, lo que es contrario a los objetivos de la empresa argentina, que busca asegurar entre 4 y 6 millones de metros cúbicos día (MMM3/d) de gas en lo que queda del contrato.

“Hoy por hoy estamos en un escenario en el que YPFB nos ha notificado que quiere firmar un contrato interrumpible. Esto significa: te mando gas, si tengo gas; y si no tengo, no te mando. Y eso pone en riesgo todo el abastecimiento del norte argentino”, afirmó Gerez, según el portal argentino Urgente 24.

La información se conoció inmediatamente después de que el mismo presidente de Enarsa informara que el mercado argentino recibirá el último envío de gas boliviano en junio de 2024, dos años y medio antes del plazo inicial previsto en el contrato de gas entre ambos países.

Ante esta situación, el Gobierno argentino apura las gestiones para la reversión del Gasoducto Norte, para reemplazar con volúmenes de su megayacimiento gasífero de vaya Muerta el gas que dejará de llegar de Bolivia.

"Desde Enarsa somos los titulares del contrato de importación de gas de Bolivia, por lo que tenemos un conocimiento bastante acabado de cómo viene la producción de gas de Bolivia", dijo Gerez:

Un contrato interrumpible “puede ser una no mala idea con contratos a corto plazo, si se trata de cumplir con el mercado externo. Sin embargo, el gasto público extraordinario de nuestro país se acostumbró a un flujo relativamente estable y continuo por las ventas de gas. Si este flujo no es ‘normal’, sin duda afectará a políticas y programas públicos”, consideró Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija.

Enarsa busca que YPFB entregue en forma firme entre 4 y 6 MMm3/d para garantizar la demanda de las provincias del norte, cuya generación termoeléctrica depende casi en su totalidad de ese insumo.

De acuerdo con el portal noticioso, “a medida que baje la entrega de Bolivia o si la misma se vuelve interrumpible como plantean desde el gobierno de Luis Arce, el riesgo ya no es solo que estas centrales térmicas dejen de funcionar, si no que incluso puedan afectar a todo el sistema eléctrico del país, ya que en conjunto superan el 10% de la potencia instalada de Argentina”.