Un grupo de voluntarios se organizó para refaccionar los ambientes del área de pediatría del hospital Japonés. Se prevé entregar las mejoras este 28 de septiembre

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24 de septiembre de 2021, 5:02 AM
24 de septiembre de 2021, 5:02 AM

Han sido cuatro meses de intenso trabajo y ahora el grupo de jóvenes Pintando Esperanza está listo para entregar cinco salas refaccionadas del área de Pediatría del hospital Japonés que contemplan los ambientes de neonatología, de terapia intensiva y 12 corredores. Ellos le están dando vida a estos ambientes con diseños de dibujos para que los niños se sientan a gusto durante su recuperación.

Marcela Casal, que es una de las voluntarias, señala que han puesto mucho esfuerzo en esta obra y que la entregarán el 28 de septiembre, en el mes cívico cruceño.

El trabajo arduo empezó desde el 24 de mayo y no ha sido nada fácil llevar adelante la refacción y el pintado de las paredes del área de pediatría del hospital Japonés.

Origen de un sueño

Un video que circuló en las redes sociales, donde se mostraban a hospitales de otros países con paredes pintadas y a los pacientes que expresaban su testimonio de cómo esto mejora la calidad de su estadía, fue lo que originó la idea para encarar este proyecto en la ciudad.

“Decidimos replicarlo en Bolivia porque creemos que es algo que hacía falta. Queremos que los niños sientan que no están en un hospital, esto ayuda de manera provechosa en su recuperación y lo hemos comprobado en estos meses”, expresó Casal.

Estos voluntarios también buscan dar un ambiente más cálido para los médicos y enfermeras que atienden a los pacientes.

El proyecto está dirigido por cuatro coordinadores: Marcela Casal Pérez, Karen Jáuregui , Alejandra Serrate Jáuregui y Cristhian Luque.

Además participaron 20 artistas que asistieron en distintas jornadas.

Cristhian Luque, otro de los voluntarios, expresó que los hospitales son el último lugar donde un niño desea estar, pues una inyección es el mayor castigo, por ello, buscan darle mejores condiciones en un momento complicado por problemas de salud.

“A nuestro equipo le gusta nadar contra corriente, y desde un año hacemos que lo imposible se vuelva posible con
Pintamos Esperanza. Buscamos cambiar eso que para los niños es como un castigo llegar al hospital. Para ellos, recibir una inyección, nunca más volverá a ser
tan doloroso, ahora pueden soñar, pueden reír en cada una de las habitaciones y hacer que esa inyección al distraerse duela menos y después de recuperarse tendrán ganas de quedarse”, dijo al destacar los alcances que quieren lograr con esta iniciativa.

Luque agregó que los médicos del hospital Japonés ya notaron los efectos de este trabajo con los niños que están internados.

“Dicen que al ver los rostros de los padres y de los niños los ha dejado asombrados a los doctores, porque la recuperación es más rápida, la mente juega un papel muy importante”, destacó Luque.

Mejoras

Casal cuenta que el grupo se reunió a diario en los últimos cuatro meses, para pintar con diseños llamativos para niños un área de internación, y en algunas jornadas llegaron incluso a reunirse 80 voluntarios.

El grupo, además de la pintura, logró entregar material didáctico, mesa, tocos, e incluso una heladera para medicamentos para el servicio de pediatría. En esta labor solidaria apoyaron más de diez empresas con entrega de materiales y alimentos para las jornadas de trabajo.