Irpin, a las puertas de Kiev se encontró en la línea del frente después de la entrada de las tropas de Moscú en Ucrania, el 24 de febrero.

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24 de junio de 2022, 12:12 PM
24 de junio de 2022, 12:12 PM

La ciudad de Irpin sigue siendo un símbolo de la enorme destrucción que se produjo al comienzo del conflicto. Hoy, algunos habitantes han vuelto a vivir allí, pero el trabajo de reconstrucción sigue siendo enorme. RFI conversó con ellos.

Con Clea Broadhurst y Julien Boileau, enviados especiales de RFI a Irpin

Irpin, a las puertas de Kiev se encontró en la línea del frente después de la entrada de las tropas de Moscú en Ucrania, el 24 de febrero. En los primeros días de la guerra, cientos de habitantes de Irpin habían huido por un camino improvisado de tablas sobre las ruinas de este puente. A la entrada de la ciudad, se alinean hasta donde alcanza la vista edificios calcinados, con las ventanas colgando, en medio de una maraña de cables.

Hoy, la vida trata de volver a la normalidad en esta ciudad: los comercios han reabierto y se oye el ruido de las obras.    

"La guerra continúa, sólo se vive un día a la vez’, cuenta a RFI Yuri, un hombre de 73 años, que regresó aquí hace quince días. “Nadie sabe lo que traerá el mañana. Me resulta difícil tener fe en nuestro gobierno. Cuando empezó la guerra, los rusos llegaron hasta Bucha, ¿cómo es posible que el ejército venga desde Bielorrusia hasta aquí? ¿Cómo es posible?", se pregunta.

"Roto, pero no sometido”

Irpin estuvo semanas bajo los bombardeos rusos, como explica Andrii Kravchuk, teniente de alcalde de la ciudad. "Irpin se ha convertido en un obstáculo en el camino hacia Kiev y hemos sufrido, hemos estado bajo fuego muchas veces. En Bucha, los rusos se instalaron allí, aquí en Irpin, lucharon y bombardearon. Hemos pagado un precio muy alto. Pero nuestro lema es: ‘roto, pero no sometido’".

Hoy en día, se trata de reconstruir la ciudad, cuyos barrios enteros se han esfumado. A pesar de ello, el 60% de la población ya ha vuelto a vivir allí. Es el caso de Viktoria, que ha reabierto su tienda en el centro de la ciudad.

"Todos los días paso por las zonas más destruidas de Irpin, es triste verlo... pero aguanto. Estoy orgullosa de la mentalidad de nuestra gente, somos fuertes y resistentes. En cualquier situación puedes sonreír, porque la vida sigue, no puedes estar triste para siempre", asegura.

Gracias a la ayuda regional y al trabajo colectivo de los habitantes, la ciudad se está recuperando poco a poco.

“Alemania después de la Segunda Guerra”

Durante su visita a la devastada ciudad de Irpin la semana pasada, el canciller alemán Olaf Scholz dijo que vio un nivel de devastación que "me recuerda imágenes de la Alemania después de la Segunda guerra mundial".

Las necesidades financieras solo pueden ser cubiertas con la participación de organizaciones internacionales y otros países donantes, señaló.

"Necesitaremos muchos miles de millones de euros y dólares suplementarios y eso durante años", subrayó el canciller alemán.