El dramaturgo cubano Yunior García, impulsor de la marcha opositora del 15 de noviembre, desmiente al gobierno cubano, que lo acusa de tener nexos con Washington

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13 de octubre de 2021, 7:16 AM
13 de octubre de 2021, 7:16 AM

En conversación con RFI, el dramaturgo cubano Yunior García, impulsor de la marcha opositora del 15 de noviembre, desmiente al gobierno cubano, que lo acusa de tener nexos con Washington y que prohibió su iniciativa. Desde una nueva plataforma cívica, García llama a resolver la crisis social, política y económica de la isla a través de soluciones democráticas.

Tras las protestas de cientos de artistas quienes, en noviembre de 2020, pidieron más libertad de expresión, y las inéditas y masivas manifestaciones espontaneas en julio de 2021, la sociedad civil mantiene la presión sobre el gobierno cubano.

Un grupo que reúne a artistas y opositores en la plataforma Archipiélago, liderada por el dramaturgo Yunior García y que reúne tanto a personas de “izquierda, de derecha y de centro”, aclara, convocó a una protesta en varias provincias de la isla caribeña para el 15 de noviembre, invocando el derecho constitucional de manifestarse. 

Las autoridades, sin embargo, anunciaron que dicha iniciativa es "ilícita" y prohibieron las marchas.

RFI conversó con el dramaturgo Yunior García, impulsor de la marcha en La Habana.

RFI: Este martes, el gobierno cubano calificó de 'ilícita' su proyecto de marcha cívica y pacífica, y la considera como una provocación. ¿Usted mantiene el llamado a marchar el 15 de noviembre?

Yunior García: Yo no puedo tomar decisiones solo. Somos un equipo, tenemos que reunirnos. Pero lamentablemente ninguno de los miembros tiene Internet. Nos han cortado el Internet a todos. A mí me han cortado incluso el teléfono fijo de la casa. Y hay una de las moderadoras de la plataforma Archipiélago (NDR: Daniela Rojo) que está detenida, no sabemos cuál es su situación en este momento. Una vez que tomemos una decisión por consenso, la daremos a conocer. Lo único que puedo adelantar es que manifestarse es un derecho no sólo humano, es un derecho constitucional. El gobierno cubano ha hecho quedar mal incluso el presidente del Tribunal Supremo quien había dicho que cometía un crimen quien violara uno de los estos derechos que están en la Constitución. Pues consideramos entonces que el Estado cubano ha cometido un crimen contra sus ciudadanos y nosotros vamos a seguir defendiendo nuestros derechos.

RFI: ¿Qué le parece la respuesta del gobierno cubano?

Yunior García: No nos sorprende para nada. Inicialmente la marcha era para el 20 de noviembre. Ellos (NDR: las autoridades cubanas) declararon ese día “día nacional de la defensa”, militarizando todo el país. A nosotros no nos parecía sensato seguir manteniendo esa fecha porque no queremos ningún tipo de enfrentamiento entre cubanos y decidimos adelantarla para el 15 de noviembre. Y ahora al responder oficialmente que no, que ni siquiera ese día podemos marchar, han demostrado que ganó el sector más conservador, más radical del poder. Sabemos que había discusiones, pugnas. Y en esa discusión han ganado los halcones. Esta respuesta oficial demuestra que no hay ni siquiera un espacio cívico mínimo de legalidad para que los cubanos expresen, mediante ese tipo de iniciativa cívica, sus propuestas de participar en la realidad del país.

RFI: En respuesta a su solicitud de autorización para la manifestación del 15 de noviembre, las autoridades argumentan que Usted y los demás impulsores de la marcha tienen vínculos con “organizaciones subversivas o agencias financiadas por el gobierno estadounidense”, con la intención de “promover un cambio de sistema política en Cuba”.  ¿Qué les responde?

Yunior García: Son las mismas excusas de siempre. Es una difamación y una manipulación. De mí dicen también que soy un mercenario, que recibo orientaciones de la CIA. Eso no lo pueden probar porque es falso. Las cartas que se entregaron en cada territorio (para pedir autorización de marchar) estaban firmadas por ciudadanos en pleno goce de sus derechos constitucionales. Cuando se llamó a la convocatoria, a nadie se le preguntó cuál era su ideología. Las autoridades han recurrido a la mentira de siempre para tratar de engañar no sólo a la ciudadanía cubana, sino también a la comunidad internacional. Es cierto que pueden existir intenciones espurias, pero en este caso es falso. Yo mismo que estoy al frente de esta iniciativa desde Archipiélago, no he tenido con nadie. El embajador de EE.UU. (NDR: encargado de negocios estadounidense en Cuba) me invitó a conversar y decidimos postergar este encuentro porque no queríamos que lo relacionaran para nada con esta iniciativa. Y la única vez que conversé con el sr embajador, del único tema que hablamos fue del embargo. Porque en mi caso personal estoy en contra de las sanciones que afecta directamente a las familias cubanas.

RFI: ¿Cuáles eran los motivos de la marcha del 15 de noviembre?

Yunior García: El primer motivo era una marcha contra la violencia.  Sobre todo, contra la violencia que se generó el día 11 de julio. El presidente dio la orden de combate, sacaron a los paramilitares hacia la calle armados con palos y piedras para golpear a los ciudadanos que se estaban manifestando. Ese día hubo violencia, sin embargo, solamente pararon en la cárcel los que se estaban manifestando contra el gobierno. Los simpatizantes del gobierno que también que lanzaron piedras, por el contrario, han salido como héroes en la televisión nacional.

En segundo lugar, era una marcha para que se liberar a los presos políticos.

En tercer lugar, para que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, no sólo los que estamos dentro de la isla, sino también para aquellos que viven en el exilio y que prácticamente han sido expulsados de su tierra natal.

Y lo último es que se resuelvan nuestros conflictos, que se resuelva esta crisis política, económica y social a través de vías democráticas y pacíficas, no por la fuerza. O sea a través de un diálogo honesto y transformador, a través de un plebiscito, de un referéndum, a través de cualquier vía que no implique derramamiento de sangre y que no implique la violencia.