Antes del terremoto Afganistán ya estaba sumido en una profunda crisis económica y humanitaria

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28 de junio de 2022, 7:47 AM
28 de junio de 2022, 7:47 AM

Seis días después del terremoto que mató a más de 1.000 personas en el sureste de Afganistán la noche del martes (21 de junio), los supervivientes del distrito de Barmal se están organizando a pesar de la extrema pobreza. Los que sobrevivieron viven en tiendas de campaña fuera de sus casas dañadas o destruidas. Se trata de una medida de seguridad debido a las réplicas.

Con Sonia Ghezali, enviada especial de RFI a la provincia de Paktika

En el pueblo de Marbek, todas las casas resultaron muy dañadas por el terremoto. En un promontorio pedregoso, Miagul, estira el brazo hacia el acantilado de enfrente. "Esa es mi casa allá arriba, está completamente destruida. Ahora vivimos aquí, sin refugio, al aire libre", dice a RFI.

Ha colocado una lona verde sobre estacas en un promontorio pedregoso. Ahora vive allí con su afligida familia: "Mi mujer resultó herida y mi hija murió. Era especial para mí... tenía cinco años... bailaba todo el tiempo”.

La familia sobrevive sólo gracias las donaciones de las ONG locales e internacionales, ya que no les queda nada. Más adelante, en el pueblo de Bariam Kheil, también allí todo es desolación. Khunabas Khan está encaramado a los escombros de su casa, con el corazón encogido. Su familia vivía únicamente del ganado. Sus 80 animales, casi todos enterrados bajo los escombros.

“Incluso antes del terremoto, no estábamos en una buena situación financiera", dice el agricultor. Pero ahora es peor. Lo hemos perdido todo. Si no hubiera llegado esta ayuda humanitaria, habría muerto más gente, porque no teníamos nada que comer ni beber".

"No tenemos medios para reconstruir nuestra casa", dice Khunabas Khan, que vive con unos 20 miembros de su familia en una tienda de campaña donada por una ONG local.

Antes del terremoto Afganistán ya estaba sumido en una profunda crisis económica y humanitaria, ya que la comunidad internacional había cerrado por completo las compuertas de la ayuda financiera.

En el pasado, las organizaciones humanitarias acusaron a los talibanes de desviar la ayuda hacia zonas donde la población apoyaba su insurrección contra el gobierno pro-occidental.

Los talibanes se comprometieron el sábado a no obstaculizar los esfuerzos internacionales para ayudar a las decenas de miles de personas afectadas por el terremoto del miércoles.

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