Rosa María de Durán y Ruthy de Bagnoli cuentan cómo nació la advocación mariana en Santa Cruz de la Sierra

13 de octubre de 2021, 16:11 PM
13 de octubre de 2021, 16:11 PM

La imagen de la Virgen de Schoenstatt se vino a instalar en tierra cruceña en 1996. Desde un barrio del pueblo de Vallendar, ubicado cerca de la ciudad de Coblenza en Alemania, viajó hasta México y allá dio consuelo a un matrimonio atribulado.

En realidad, a Bolivia el Movimiento de Schoenstatt comienza en La Paz en 1974. Mientras que, en Santa Cruz la virgen María se manifiesta de una forma especial a través del matrimonio de Enzo Bagnoli y Ruthy Suárez, quienes en los 90 pasaron por una gran prueba de dolor en la cual, la Madre de Dios, a través de la imagen de la Virgen de Schoenstatt, se les manifiesta y quiere venirse con ellos desde Ciudad de México para instalarse en el pueblo cruceño y desde ahí empezar esta gran obra de evangelización de la Iglesia.

A los pocos meses que llegó la imagen de la virgen de Schoenstatt, la familia Roda, a través de Gladys Vaca El Hage de Roda, donó el terreno donde se construyó la ermita, y donde ahora está el Santuario.



RUTHY SUÁREZ DE BAGNOLI

Estuvo casada con Enzo Bagnoli (+), un italiano que llegó a la ciudad de los anillos hace medio siglo. “Nos conocimos a los pocos días de haber llegado y contrajimos matrimonio hace casi 48 años atrás, fue empresario de la construcción y cónsul de Italia en Santa Cruz. Falleció hace un año”, cuenta. Tuvieron dos hijos Fabiana y Claudio (+).

Ruth Elizabeth Suárez es cruceña, madre de familia y amante del arte y la pintura.

¿Cómo nació su amor por esta imagen de la virgen María?

Fue el resultado de un gran dolor por la partida de nuestro hijo Claudio, desde el primer momento de la noticia de su accidente; un 2 de noviembre de 1996; Enzo y yo nos cobijamos en los brazos de Jesús y María Santísima, provocando en nuestro corazón un abandono total unido a una gran esperanza. Ello dio como resultado, no la recuperación de nuestro hijo Claudio, quien partió el 11 de noviembre de 1996, sino más bien, el amor de Dios y de nuestra Madre, que se derramaría en esta tierra cruceña por cada uno de sus hijos que la invoquen. En el hospital en México alguien me dio la imagen de la Virgen, no supe su advocación hasta un año después.

 ¿Tiene contacto con otras damas del movimiento en La Paz?

Sí, siempre he tenido contacto con algunos integrantes de la familia de Schoenstatt en la ciudad de La Paz. Estamos hermanados desde el primer momento, y fue desde el santuario de Achumani que se me envió la primera imagen de la ‘Virgen Peregrina’ junto a otras tres imágenes más, que fueron entregadas a tres señoras que se unieron a mi para hacer peregrinar a ‘La Mater’ por los hospitales y hogares cruceños. De esta manera, se dio inicio a nuestra familia de Schoenstatt en Santa Cruz, el 6 de noviembre del1997.

ROSA MARÍA ORTIZ DE DURÁN

“Casada desde hace 44 años con Juan Antonio Durán Aponte, soy la orgullosa mamá de Alejandra y Juan Antonio y la muy feliz abuelita de Andrés y Ana Fabia. Formada en Informática con especialidad en educación, desde hace algunos años estoy dedicada íntegramente a mi familia y participo activamente en el Grupo de Señoras del movimiento de Schoenstatt – Santa Cruz”.

¿Cómo conoció este movimiento mariano?

Vengo de una familia mariana, mi abuela materna era devota de la virgen del Carmen y mi mamá de la virgen de Cotoca, estudié 12 años en el Colegio Santa Ana, teniendo como modelo a María. Conocí el movimiento de Schoenstatt en 2008, a invitación de mi amiga y compañera de colegio Ruthy Suárez, fundadora del movimiento en la ciudad. Hace casi 13 años, el carisma y su pedagogía me enamoraron, de repente, esa María que yo amaba y conocía de toda mi vida, se bajó del altar y desde entonces camina conmigo, en todos los caminos de subidas y bajadas que me tocan transitar.

¿Dónde fue erigida la primera gruta?

La ermita que tenemos en el Urubó, fue construida por la arquitecta Gugui Roda de Sauto en septiembre de 1998, en los inicios del movimiento en Santa Cruz y tiene la peculiaridad de ser la ermita más grande del mundo.

¿Cómo ha sido la faena para conseguir que se edifique la capilla?

 Schoenstatt es una gran familia y como tal trabajamos juntos durante varios años realizando actividades para reunir los fondos, peso a peso, realizamos almuerzos, rifas y también se recibieron donaciones de muchas personas, el cruceño siempre tiene la mano y el corazón dispuesto a ayudar.

¿Cómo eran las peregrinaciones antes?

Fueron tiempos donde nuestra Madre comenzaba a conquistar los corazones en Santa Cruz, todavía no había el puente Mario Foianini y la única opción era cruzar el rio Piraí era en camionetas de doble tracción o a pie. Tenemos anécdotas muy divertidas de todas esas peregrinaciones. Salíamos de la Catedral cantando y rezando el rosario, caminábamos por la Roca y Coronado hasta llegar al antiguo Jardín Botánico, cruzábamos el río y salíamos muy cerca de la ermita, demorábamos tres horas y media. ¡Siempre con mucha fe!