Opinión

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La revolución del patujú

27 de septiembre de 2020, 8:25 AM
27 de septiembre de 2020, 8:25 AM

En el mes de conmemoración a los 210 años de nuestro grito libertario, metidos de lleno en esta pandemia que asola el mundo. Tuvimos días críticos que afectaran el futuro de Bolivia. Por ello, es necesario recordar nuestra "Revolución del Patujú" (Manifiesto Autonómico de 2003), considerando que es el único modelo de Estado que puede sacar a Bolivia de nuestro estructural atraso. Ese modelo es el Autonómico pleno, con formato e instrumentos del federalismo. Ya qué, mientras Bolivia no tenga verdaderos instrumentos de descentralización, y los departamentos no tengan Autonomía política y económica para desarrollar las políticas públicas que necesitan, no habrá servicios públicos de calidad ni prosperidad generalizada en Bolivia.

Aprendiendo de nuestro pasado, pero con la obligación de construir el futuro, necesitamos transformar nuestra Patria. Tal como lo ha planteado nuestro Gobernador, Rubén Costas; Tres ejes están en la base de la transformación de nuestro departamento (Patria Chica) y de nuestro país (Patria Grande):El primer eje se focaliza sobre la transformación y el fortalecimiento del Estado. la pandemia ha desnudado nuestra fragilidad, pero también la de otros países de nuestro entorno. la reforma del Estado boliviano va más allá de su forma; referencia también el vínculo que une a los ciudadanos de ese Estado, entre ellos y con el propio Estado; ese contrato social originario que nos concibe como comunidad. El segundo eje se focaliza sobre el encuentro entre lo público y lo privado. En un país donde la tierra es un factor fundamental de construcción de la propiedad, todavía asistimos a un debate entre lo público y lo privado más propio del Siglo XIX que del XXI.

Ni la seguridad jurídica del hecho privado puede estar en discusión, ni la necesidad de los servicios públicos de calidad puede ser hoy motivo de debate. Somos un país pobre y desigual que requiere del protagonismo público para cubrir las necesidades de la gente. Y quien crea actualmente que estas dos afirmaciones están en contradicción, vive y piensa en términos del pasado. El tercer eje orienta la apuesta estratégica de nuestro pueblo, y hace referencia a las dinámicas de construcción de la sociedad del conocimiento en nuestro país. Si queremos que nuestros jóvenes tengan futuro y nuestros productos sean competitivos tenemos que dar pasos inequívocos en esta dirección.

Ninguno de estos tres ejes a los que hago referencia se van a desarrollar de un día para otro; son procesos largos en los que tendrán que invertir los próximos gobiernos. Fortalecer el Estado es la base para vertebrar Bolivia, definir su interconectividad, sus infraestructuras básicas, su modelo de educación, de salud, de pensiones, su modelo laboral.

Autor: Carlos Pol Limpias, Abogado, Doctorando en Derecho

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