El Deber logo
21 de mayo de 2024, 14:14 PM
21 de mayo de 2024, 14:14 PM


José Luis Contreras C.*

El Banco Central de Bolivia (BCB) anunció una reducción en la ratio de deuda externa pública/PIB de Bolivia, del 33% en diciembre de 2020 al 27% actual, cifra inferior “de los umbrales internacionales”, sugiriendo que el país cuenta con una mejor capacidad de endeudamiento.

Comparando cifras del segundo semestre de 2020 con 2024 resulta engañoso. El 2020 fue un año atípico a escala global debido a la pandemia, por lo que una comparación más justa sería con años previos como 2018 (23%) y 2019 (27%), según datos del BCB y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En este contexto, el 27% actual es módico.

Por otro lado, la capacidad de endeudamiento no la determina el prestatario, sino el acreedor. La experiencia de muchos al solicitar créditos en bancos ilustra este punto: no basta el entusiasmo y convicción de ‘calificar’ para un préstamo. La solicitud puede ser denegada, el monto ofertado puede ser inferior al requerido, o la tasa de interés puede ser más alta de lo esperado haciendo el crédito inviable.

La calificación crediticia de Bolivia de Caa3 de Moody's la ubica como un sujeto de riesgo crediticio muy alto. Esta calificación, vigente desde abril, compromete la capacidad crediticia del país y elevaría su costo de endeudamiento a más del 19% anual en dólares, según un informe de Bloomberg citado por EL DEBER a mediados de marzo, seis semanas antes de la rebaja de calificación de Moody's.

Otro indicador de la limitada capacidad crediticia del país es la baja efectividad de colocación del bono 'BCB en dólares', anunciado a fines de febrero como una "alternativa confiable, rentable y segura de inversión". A la fecha, solo se ha colocado menos de $us 60 millones de los $us 100 millones esperados.

Para cualquier acreedor, la capacidad de pago del prestatario es un aspecto crítico. En el caso boliviano, les resultará fundamental conocer el nivel actual de reservas certificadas de hidrocarburos (que YPFB no publica desde 2018 a pesar de su obligatoriedad legal), ya que, como el hierro del Mutún, la urea, etc., las exportaciones reales de litio han resultado ser significativamente menores a las anunciadas. 

En este contexto de realidades versus anuncios, el Estado debe sincerar sus cifras, tal como indicaba Horst Grebe en una entrevista del 5 de marzo: "La situación... no es fácil, requiere un manejo mucho más prolijo y un sinceramiento" de las cifras y estrategia del Gobierno. 

Solo con cifras transparentes se podrá apreciar la verdadera capacidad de endeudamiento de Bolivia y tomar decisiones beneficiosas para el país.

José Luis Contreras C. es Economista

Tags