Opinión

Cara a Cara

22 de abril de 2024, 4:00 AM
22 de abril de 2024, 4:00 AM

El reciente ataque a agentes de la Unidad Móvil de Patrullaje Rural (Umopar) en Puerto Villarroel, Cochabamba, por parte de una turba de personas vinculadas al narcotráfico, es un hecho deplorable que no solo pone en riesgo la vida de nuestros agentes del orden, sino que también pone en tela de juicio el estado de derecho en nuestro país.

 Es inaceptable que grupos de personas, motivados por intereses ilícitos, recurran a la violencia para obstaculizar la labor de las fuerzas de seguridad. La lucha contra el narcotráfico es una tarea compleja que requiere del trabajo conjunto de las autoridades y la ciudadanía. Sin embargo, este tipo de ataques solo busca entorpecer los esfuerzos para combatir este flagelo que tanto daño causa a nuestra sociedad.

Las autoridades deben tomar medidas firmes para investigar este hecho y llevar a los responsables ante la justicia. No podemos permitir que este tipo de actos de violencia queden impunes. Además, es necesario fortalecer el trabajo de Inteligencia para identificar y desarticular las redes de narcotráfico que operan en estas zonas. La lucha contra el narcotráfico no es solo responsabilidad de las fuerzas de seguridad, sino de toda la sociedad. Debemos unir fuerzas para combatir este flagelo que tanto daño causa a nuestras familias y comunidades.

Es momento de decir basta a la violencia y al narcotráfico. Se necesitan medidas que vayan acompañadas de un trabajo de prevención y desarrollo social en las zonas más afectadas por el narcotráfico. Solo así podremos erradicar este flagelo de raíz y construir un futuro mejor.