6 de abril de 2024, 4:00 AM
6 de abril de 2024, 4:00 AM

‘Boca llorón’. Un niño sonriente de apenas 10 años sujetaba el cartel de reclamo y sintetizaba, en dos palabras, el ‘traumático’ desplazamiento del plantel alterno de Boca Juniors a Potosí. El viaje dio mucho que hablar al periodismo deportivo argentino. Más aún cuando recurren al exjugador de Aurora Brian Sarmiento para que ‘ilustre’ la travesía que debía hacer la delegación xeneize. “En el camino, entre Sucre y Potosí, hay una tribu que come personas”, explicaba jocoso el futbolista convertido en avezado antropólogo.


Sin faltas de ortografía, el cartel recoge el malestar de miles de bolivianos agredidos por los comentarios despectivos que llegaron desde Argentina. Para ser una tribu caníbal, los pequeños niños potosinos demostraron un cuidadoso gusto por la ortografía. Un gusto por la educación del que carecieron los antojadizos periodistas que poco o nada investigaron sobre la Villa Imperial. Como en tantas ocasiones, apuntaron a la altura y la falta de oxígeno como argumento de menosprecio.

 
Patear oxígeno. Es una expresión común en Bolivia y refleja claramente los prejuicios de muchos argentinos hacia nuestro país. La arrogancia con la que nos miran supera el ámbito deportivo y se inmiscuye en factores políticos. Como lo acontecido en noviembre de 2019 cuando una delegación de sindicalistas y ‘piqueteros’ arribó a La Paz con la misión de “defender los derechos humanos” y redactar un “informe fidedigno” ya que, al parecer, no somos capaces de relatar nuestra propia historia. Afortunadamente, la grandeza del fútbol queda lejos de la provocación mediática y la fiesta deportiva en el Víctor Agustín Ugarte de Potosí se sobrepuso a los bulos faranduleros ‘del Brian’.

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