Uno de los países más castigados por la pandemia, con 145.000 muertes, el Reino Unido ha detectado hasta ahora unos 40 casos de la variante ómicron del coronavirus

3 de diciembre de 2021, 11:06 AM
3 de diciembre de 2021, 11:06 AM

En pleno auge de la pandemia ¿deben mantenerse las fiestas de Navidad en el trabajo? El tema es incómodo para el gobierno británico, criticado por sus confusas directivas tras haber organizado una fiesta para sus empleados en 2020 cuando estaba prohibido.

Aunque la aparición de la variante ómicron llevó a introducir rápidamente nuevas restricciones sanitarias en las fronteras, el primer ministro Boris Johnson instó a los británicos a seguir con su vida "como hasta ahora", sin cambiar sus planes navideños.

"No queremos que la gente sienta que tiene que empezar a cancelar cosas", como las fiestas de la oficina, afirmó el jueves, tras inyectarse una dosis de refuerzo de vacuna contra el covid-19.

"No hay nada en las normas que impida celebrar fiestas de Navidad", insistió su portavoz, mientras muchos empezaban a cuestionar la conveniencia de las tradicionales celebraciones en el trabajo.

Pero no todos los miembros del gobierno lo ven igual.

Uno de los países más castigados por la pandemia, con 145.000 muertes, el Reino Unido ha detectado hasta ahora unos 40 casos de la variante ómicron del coronavirus.

En reacción, el ejecutivo conservador amplió su campaña de vacunación y volvió a imponer el uso de mascarillas en el transporte y los comercios, aunque no en los teatros ni los restaurantes, cuyos propietarios temen una ola de cancelaciones en el periodo del año más fuerte para el sector.

Johnson confirmó que este año se celebrará una fiesta de Navidad en Downing Street.

Pero George Freeman, responsable del ministerio de Economía, declaró a Times Radio que su departamento "no hará una gran fiesta".

Corresponde a cada empresa "juzgar lo que es apropiado", declaró en la BBC, apelando al sentido común.

"Cuatro o cinco empleados que trabajan juntos todos los días y se juntan para tomar una copa no es un gran riesgo", consideró, a diferencia de las "grandes fiestas" de "cientos de personas" que organizan algunas empresas, que no son necesariamente "sensatas, dada la situación".