Opinión

La inminente suscripción pagada a las noticias en Bolivia

21 de noviembre de 2020, 3:00 AM
21 de noviembre de 2020, 3:00 AM

Para el periodismo boliviano, la pandemia ha sido sinónimo de paradoja: cuanto más necesaria se hacía su labor, más compleja estaba su situación económica. La contingencia expuso las deficiencias del modelo publicitario sobre el que se sostenía desde hace décadas. Ya no era suficiente y requería nuevas estrategias. Esto explica por qué medios, grandes y pequeños, afrontaron reducción de planillas y salarios e incluso cierres; curiosamente, en un momento en el que las audiencias crecen y se dispara la demanda de información de calidad, con inmediatez y actualización constante, no solo para estar al tanto de lo que pasa, sino también para evadir la imparable ola de fake news. 

Ante esa realidad, se hace obligatorio terminar de concretar un modelo de negocio que hace muchos años se planea, pero aún no se ejecuta: la suscripción digital pagada. Más que la causa, la crisis sanitaria fue el impulso que se necesitaba para finalmente poner en marcha la digitalización y la transición hacia el modelo pagado para acceder a las noticias. Muchos jamás hubiesen pensado pagar por música o películas cuando también hay opciones de libre acceso, pero para esos mismos “muchos”, hoy, plataformas como Spotify o Netflix son infaltables, y lo mismo debe ocurrir con las noticias.

Durante la presentación del proyecto Aliados del Periodismo, que impulsamos en Kreab con el propósito de fomentar el trabajo colaborativo entre empresas y medios de comunicación para afrontar los efectos de la crisis, nuestro invitado especial Jan Martínez Ahrens, director de América del diario español El País, enfatizó que, si algo positivo nos está dejando la incertidumbre y la saturación de información, es el recordatorio de lo vital que es un periodismo de calidad para toda sociedad. La pandemia reforzó la necesidad de una prensa contrastada, contextualizada y especializada, que cuente con un equipo de profesionales con capacidad, tiempo y herramientas para encontrarla. Para todo eso, se necesita presupuesto, por esa razón, cada vez más medios, como el que Ahrens lidera, hacen realidad la transición hacia el modelo de suscripción, con resultados positivos: “Cada vez más lectores se inscriben, en busca de diferenciación y de una buena experiencia de usuario”, aseguró.

Quizás algunos se preguntan ¿por qué los ciudadanos deberíamos estar contentos o de acuerdo con el hecho de tener que pagar por acceder al acontecer noticioso? Desde su experiencia, Jan confía en que este modelo, a mediano y largo plazo, garantizará buen periodismo, ya que se tendrán los recursos para lograrlo; buenos ingresos, gracias a un modelo de negocio sostenible y, lo más importante, una sociedad bien informada para tomar decisiones, que podrá tener la certeza de encontrar noticias verdaderas y bien explicadas al alcance de su mano… en Bolivia el salto es necesario e inminente.

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