Shira, de 18 años, ya pasó el millón de seguidores que quieren saber más sobre la enfermedad

26 de octubre de 2020, 16:02 PM
26 de octubre de 2020, 16:02 PM

Durísimo. Algunas películas han parodiado a personas que padecen el síndrome de Tourette, el trastorno que se caracteriza por movimientos repetitivos o sonidos (tics) que no se pueden controlar. Pero más allá de los insultos o golpes que pueden parecer graciosos en medio de una comedia de Hollywood, hay una enfermedad que afecta gravemente el desarrollo de una vida normal.

Shira es una jovencita chilena de 18 años que a principios de octubre abrió una cuenta en TikTok para compartir con el mundo la realidad del síndrome de Tourette. Ella es estudiante de Artes Visuales, seguidora de la serie de videojuegos de acción The legend of Zelda y del animé y una gran dibujante.

Parecería la descripción de una chica normal, pero nada es tan simple para Shira, ni siquiera la grabación de los  videos que comparte en TikTok, donde tiene 1,1 millones de seguidores, pues sus tics recurrentes apenas la dejan armar una oración completa. 

Sin embargo, con una dulce voz y hasta riéndose de sus complicaciones, ella pone todo su esfuerzo para concienciar sobre su enfermedad.

Según ha compartido en la red social, le fue diagnosticada en su adolescencia y se desencadenó por factores genéticos y por el "constante estrés" que vivió durante muchos años.

Ella interactúa con sus seguidores, que le han preguntado sobre el origen de algunas palabras que repite y sobre cómo consigue relajarse o dormir.

Sobre las palabras que repite sin control existen algunas en japonés, lengua que está estudiando y que deduce que es el motivo para pronunciarlas, y acerca de su descanso, Shira recurre a pastillas que la ayudan a dormir, aunque no controlan del todo sus impulsos.

Cuenta que el dibujo y la pintura reducen la intensidad de sus tics, por lo que los practica como terapia, pero también porque le gusta y porque tiene talento. La pared de su habitación, desde donde graba sus videos, muestran sus obras, que aunque a veces sufren errores por los fuertes espasmos, no hay "nada que un poco de pintura no solucione".

También le encanta maquillarse, actividad que le resulta bastante dificultosa, pero, aunque las rayas no le queden perfectas, lo intenta y no esconde los accidentes que surgen en medio. 

Con su cabello de varios colores, dulzura y sinceridad, Shira sigue ganando seguidores que no dejan de aplaudir su valentía y su talento y es que, además, difícilmente volverán a burlarse de esta enfermedad.