Mañana se estrena esta obra escrita por Óscar Barbery Suárez y dirigida por Porfirio Azogue. Se presenta en la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche, a las 20:00, y seguirá en cartelera hasta fines de octubre. Se muestra como una comedia crítica

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1 de octubre de 2021, 9:01 AM
1 de octubre de 2021, 9:01 AM

Por:  Adhemar Manjón


Hola, Lulú. En dónde te has perdido
, así se llama la obra de teatro que se estrenará mañana en la Casa de la Cultura Raúl Otero Reiche, a las 20:00. Calificada como una ‘comedia crítica’ por su autor Óscar Barbery Suárez, Hola, Lulú se sumerge en el mundo de la prostitución a través de cuatro personajes que hablarán sin aspavientos de la profesión ‘más antigua del mundo’.

Los protagonistas de esta obra son Jhuliana Chávez, con el papel de Nora; Janaina Prates, quien hará el papel de Briyit; Ximena Palacios, que encarnará a Nadia; y Carlos Ureña, cuyo personaje se llama Guillermo, un guionista que busca historias para salir de la rutina de su trabajo en un banco y quien entablará diálogos con las tres damas de la noche. La puesta en escena seguirá en cartelera hasta fines de octubre.

El origen

Óscar Barbery, escritor, dramaturgo y dibujante, comenta -a propósito de cómo surgió la idea para escribir Hola, Lulú- que la prostitución es un fenómeno social que, por un lado, es legal, y por otro lado posee una legitimidad muy discutida. “Y en estas aguas, viven y sufren, mujeres acosadas por la economía, los prejuicios, la moralidad, la ética. Es un oficio permanente, articulado de una u otra manera a todos los demás oficios; y del que se habla constantemente, pero en murmullos”.

Barbery resalta que, como dramaturgo, siempre está en la búsqueda de asuntos que, puestos sobre el escenario, hagan tomar conciencia, pensar y repensar sobre cuestiones que hacen a la sociedad. “Basta que uno reflexione un poco sobre todo lo que la prostitución representa colectivamente e individualmente para concluir que este es uno de los extraordinarios asuntos pendientes para el análisis, la discusión, las soluciones posibles”, agrega.

El autor menciona que el asunto de la prostitución es algo que se habla en muchas situaciones y lugares, en tono de comedia, de tragedia, de tragicomedia. “Creo que no hay un solo adulto o adulta que no sepa historias relacionadas a este asunto. Es un tema que está ahí, buscando autor para subirse al teatro. Yo lo agarré de a poco; al principio como una diversión mental: ‘Yo podría escribir sobre esto y escribiría así’. Luego la idea se fue volviendo más nítida. Lo pensé durante cinco años -en el interín escribí cinco obras de teatro que no tienen nada que ver con este tema- hasta que este año decidí escribirla y lo hice en cinco días”, puntualiza.

La obra tendrá un lenguaje crudo y escenas eróticas muy arriesgadas, pero Barbery no cree que esto causará conmoción en el público cruceño, en parte porque el público cruceño es diverso. “El público cruceño se ha vuelto tan complejo como nuestra misma sociedad. En esa complejidad hay riesgos. Habrá personas muy prejuiciosas, no tanto, o sin prejuicios con respecto a la obra. Veremos qué corrientes provoca la obra y cuál de ellas se impone. Lo mejor que puede pasar es que el asunto de la prostitución salga de su escondite y sea motivo discusión”, enfatiza Barbery.

El creador de la tira cómica El duende y su camarilla debuta también como productor teatral. Tengo experiencia en producciones, pero referidas a stand feriales (he realizado más de 15 stand en la Expocruz a través de los años) y todos ellos con la incorporación del teatro en musicales. Pero siempre deseé producir mis propias obras. Esta vez me animé. El trabajo tiene sus complicaciones, no obstante, es llevadero y hasta placentero. Me gustó”, finaliza.

La dirección

Por su parte, el director Porfirio Azogue dice que la obra tiene momentos cargados de humor negro, pero también tiene escenas y diálogos muy poéticos y profundos. “Creo que este es uno de los espectáculos más arriesgados dentro de la obra de Barbery, porque, además de los desnudos que se presentan, la prostitución es un tema del cual la sociedad cruceña no quiere hablar”, afirma Azogue.