Una investigación pionera de la filóloga Claudia Vaca recopila historias de vida de docentes chiquitanos y a través de ellas se puedan recoger datos sobre cuál es el estado actual del patrimonio cultural inmaterial de esa ecorregión del departamento de Santa Cruz

2 de mayo de 2021, 15:40 PM
2 de mayo de 2021, 15:40 PM

La filóloga e investigadora Claudia Vaca Flores nació en Santa Cruz de la Sierra, pero desde pequeña se fue a vivir Roboré con su abuela, Pilar Flores, que era profesora chiquitana. Su infancia la pasó entre las tradiciones y leyendas de los pueblitos de esa región al sureste del departamento (en los que todavía se habla el bésiro, pero cada vez menos) y la educación formal de escuelas en las que la mayoría de las maestras y maestros no tenían ítems del gobierno central y eran los padres lo que tenían que reunir el dinero para pagarles su sueldo.

Esas vivencias, que marcaron su vida, fueron la base para encarar el proyecto de investigación

de la tesis doctoral que realiza en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y como becaria de la Agencia Nacional de Investigación de Chile. “Me propuse que esta beca sea un espacio para seguir reflexionando sobre la educación y la cultura de mi país y en especial de esta región que en los últimos 20 años ha sido tan avasallada por diferentes intereses políticos debido a la riqueza de sus recursos naturales y culturales. Entonces, me dije voy a empezar a crear instrumentos para relevar datos que me permitan generar evidencias empíricas y analíticas, que sirvan ante organismos nacionales internacionales para sentar precedente sobre la urgencia de preservar, resguardar y declarar como patrimonio natural y cultural de la humanidad todos los rinconcitos de esta región, pero no solo declararlos porque sí, sino generar instancias políticas nacionales e internacionales que posibiliten canalización de fondos para trabajar con los músicos, las mujeres profesoras o profesores que muchos aún no tienen ítems del gobierno central del Ministerio de Educación de Bolivia”, cuenta Vaca desde Concepción, Chile, donde actualmente radica y ejerce la docencia.

El nombre de su investigación se llama Memoria oral como enfoque didáctico para la comunicación intercultural, intermediada por Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), desde las trayectorias de vida de profesores de la ecorregión Chiquitana de Bolivia”.

Los guías del proyecto de Vaca son dos prestigiosos investigadores: el chileno Marcelo Careaga Butter, especialista Informática a Educacional y el lingüista italiano Luca Ciucci, que desde hace más de diez años indaga acerca de las lenguas en la región chiquitana.

Los maestros, se sabe, son los principales transmisores de conocimientos a los niños y jóvenes. Esos conocimientos están mediados por sus propias experiencias personales. No solo enseñan a leer y a escribir o materias que forman parte de los programas de estudios tradicionales, también son transmisores de costumbres, modos y usos culturales y es ahí donde la investigación quiere recabar datos y aportar con nuevas perspectivas pedagógicas “Hay una praxis cultural y educativa en los profesores de la Chiquitania de Bolivia que no ha sido valorada ni sistematizada por el mismo sistema educativo nacional”, explica Vaca y agrega que la historia de la educación boliviana tiene cuatro documentos jurídicos que empiezan a hablar de la educación como derecho. Los dos últimos, la Reforma Educativa de 1994 y la Ley Avelino Siñani- Elizardo Pérez ya hablan de la Interculturalidad y del resguardo de la diversidad cultural, lingüística y musical incluso de Bolivia, Pero ¿qué pasa? Que se han estancado en lo jurídico legislativo y no han dado el siguiente paso, que es generar políticas públicas, educativas y políticas públicas culturales sostenibles”, cuestiona la investigadora.

Con ese fin es que la investigadora ha venido trabajando con docentes chiquitanos aplicando un “Test de memoria oral y uso de TIC” para analizar y diagnosticar cómo ellos divulgan, si lo hacen, el patrimonio cultural y resguardo del patrimonio natural de su región.

El test, que ha sido validado por expertos nacionales e internacionales espera relevar datos de 500 docentes de esa región “Lo que buscamos con este test es hacer tangible, la presencia de actividades y reflexiones en torno al patrimonio inmaterial de parte de los profesores con los estudiantes, tanto dentro de la escuela como fuera de ella: centros culturales, bibliotecas, en la ciudad y en otros espacios donde también la educación sucede y ver también la posibilidades de ampliar su proyección desde las redes sociales”, comenta la filóloga.

Otro instrumento que está utilizando para esta investigación son entrevistas dialógicas en las que ella se reúne con algunos profesores “Por ahora he seleccionado a ocho profesores de toda la ecoregión chiquitana , cuatro hombres y cuatro mujeres y los voy escuchando. Les muestro un mapa argumentativo de qué les generan esas palabras en torno a su historia de vida, desde que empezaron enseñar. Actualmente esas entrevistas las está realizando a través de internet.

“Para poder dar una contribución a las metodologías que se van a utilizar en las escuelas se tiene que conocer la situación y se tiene que ver claramente lo que se está haciendo en las escuelas chiquitanas y ver cuáles son los problemas que tienen los profesores, los desafíos a los que se enfrentan y qué están haciendo actualmente para que en el futuro se desarrollen metodologías y también recursos de aprendizaje para que se pueda afrontar los problemas que tienen. Es por eso importante este test. Lo que se está haciendo con esta indagación es un trabajo interdisciplinario en el que hay un estudio de la situación y después ya se pueden establecer las herramientas con las que hay que trabajar y este es un estudio que hasta ahora no se ha hecho”, explica desde Australia el filólogo Luca Ciucci.



El profesor Ignacio Tomichá enseñando Bésiro



Claudia Vaca en uno de los talleres que realizó en enero de 2020 para profesores



El trabajo con los docentes de la región es fundamental para desarrollar la investigación



El lingüista Luca Ciucci, de la universidad James Cook, es uno de los directores de la investigación que realiza Vaca


 Cuevas de Miserendino. Miles de años atrás, sirvió de refugio para los habitantes de la región que dejaron plasmadas pinturas rupestres.

DATOS

VARIAS GENERACIONES.- 
La investigación recopila las historias de vida, didácticas, memoria y tradición oral de profesores de cuatro generaciones étnicas de Chiquitos (1970 al 2000), hablantes del bésiro-chiquitano en sus distintas variantes lingüísticas.

LA INVESTIGADORA.- Claudia Vaca es poeta, filóloga, investigadora en Educación y Cultura.