Claudio Paim Dos Santos es el presidente de FUNDACRUZ, entidad que desde hace 17 años organiza el Evento de Tecnología Agrícola VIDAS

14 de octubre de 2021, 9:00 AM
14 de octubre de 2021, 9:00 AM

Claudio Paim Dos Santos es el presidente de FUNDACRUZ (Fundación de Desarrollo Agrícola Santa Cruz), entidad privada, sin fines de lucro, que tiene como misión contribuir al desarrollo técnico-científico, orientado a incrementar la producción agrícola del departamento de Santa Cruz y otras regiones productivas en Bolivia. Por ello, es que desde hace 17 años organiza el Evento de Tecnología Agrícola VIDAS o solamente conocido como la Feria VIDAS, que este año se realizará el 15 y 16 de octubre.

- ¿Qué características tendrá la Feria VIDAS este 2021, en su reencuentro con el productor?

Después de un año y medio de pandemia estamos intentando de retomar a la normalidad, aunque considero que las cosas no volverán a ser igual. La principal característica de VIDAS es que es una feria en espacio abierto, lo que permite que la gente circule libremente y no se concentre en un espacio cerrado. Esto, en una coyuntura de pandemia como la actual, es un gran diferencial.

Otro factor que diferencia a VIDAS de otras muestras agrícolas o multisectoriales es que es una feria de trabajo. Las personas que asisten al evento son profesionales que buscan conocimiento, tecnología y material para sus labores cotidianas y necesidades profesionales. Nosotros mostramos todo nuestro trabajo en el campo, todo lo que hacemos para que los productores mejoren la productividad de sus cultivos.

- Este año la Feria VIDAS cumple 17 años, ¿cuál ha sido el impacto que ha generado durante ese tiempo en el sector productor?

La feria cumple 17 años, pero la Fundación lleva 21 años de trabajo. Empezamos con modestos días de campo en las haciendas de los socios. En esa época Bolivia no contaba con una gran variedad de semillas, las que existían se compraban de Argentina y de Brasil. Mucha de ella, de contrabando. No existía un centro de desarrollo. Eso fue justo en lo que se enfocó FUNDACRUZ: en desarrollar variedades propias para Bolivia, que sean adecuadas para las zonas productivas, los diferentes climas y las latitudes. Los socios adquirieron un terreno para hacer las pruebas. Invertimos para producir alimento para Bolivia. Durante todo el año trabajamos para desarrollar nuevas variedades de semillas.

El 2019 lanzamos la variedad TMG Impacto RR, que fue fruto de pruebas realizadas en una parcería compartida con una empresa brasileña. Este año lazaremos otra variedad, denominaba TMG Estrella RR, una variedad de semilla que es cruce entre una variedad brasileña y una boliviana, adaptada para las condiciones del suelo y clima boliviano. En la feria mostramos ese trabajo y lo ponemos a disposición de los productores bolivianos. Además, se exhiben maquinas, agroquímicos y servicios, todos los componentes de la cadena agrícola que permiten a los productores mejorar sus cultivos.   

- ¿Cuáles son las expectativas con relación al evento?

Que los agricultores asistan al evento y encuentre todo lo que busca para mejorar sus cultivos. Esperamos que asistan más de 20.000 personas y que aprovechen las ofertas de los más de 250 expositores que estarán presentes en el evento. A pesar de la pandemia y la crisis económica, tendremos una cantidad de expositores similar a la de 2019.

- ¿Cuáles son los desafíos que ha enfrentado FUNDACRUZ durante la pandemia?

Durante la pandemia la agricultura no paró. El mayor desafío fue hacer que la maquinaria de la agricultura continúe trabajando. Y es que, la siembra y cosecha es un proceso que demora unos 90 días. Si alguien siembra y no puede cosechar, lo pierde todo. Por eso, es que no paramos. Gracias a Dios y a todos los esfuerzos de la gente conseguimos continuar produciendo, pese a los riesgos.

Además, tropezamos con carreteras cerradas y con personas que no querían trabajar. Muchos productores dejaron sus familias y sus casas, durante más de dos meses. Tenían que mandar el dinero de los trabajadores a sus casas. Estos también fueron grandes desafíos. Pese a todo esto, se continuó produciendo.

- Debido a los cambios producidos por la pandemia, ¿cómo han evolucionado la tecnología agrícola?

El trabajo del agricultor es de ida y vuelta. Como en todos los sectores se precisa de la comunicación, es decir, de internet. En la actualidad existen maquinas nuevas, sistemas satelitales y equipos sofisticados, que permiten que menos gente esté involucrada en el negocio. También existen nuevas formas de control en el transporte de granos, las papeletas quedaron en el pasado.

De igual manera, el acceso a la información sobre el clima se la tiene al alcance de la mano. Hemos avanzado tecnológicamente en el sector productor unos 10 años durante la pandemia.

Hoy operar las nuevas maquinarias requieren de muchos conocimientos, sobre todo de informática. El operar ahora tiene que ser capacitado para saber manejar este tipo de equipos, los cuales cuestan tanto como un Ferrari. Son equipos más tecnológicos que mecánicos.

- ¿Cómo recibieron las personas y los productores esos cambios?

Nosotros empezamos con la digitalización de todos nuestros documentos y facilitar el teletrabajo, para todos puedan realizar sus labores desde sus casas. En la actualidad los trabajadores se conectan desde las computadoras que tienen en sus casas y están coordinando con sus compañeros o los productores.  

Un productor desde su smartphone puede enviar fotografías de sus cultivos a nuestro personal para consultarles sobre la enfermedad o problemas que están presentado. Esto es algo que valoran mucho los agricultores. Existe un flujo de información constante y rápido, que les permite resolver rápidamente sus problemas o las inquietudes que tengan.