Ejecutivo. El vicepresidente y accionista de la compañía La Boliviana Ciacruz preside la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (Fides). Insinúa que urge modernizar la legislación del sector. Ve riesgos

19 de enero de 2021, 23:00 PM
19 de enero de 2021, 23:00 PM

El apellido emblemático Bedoya, cuya reputación destaca en el ecosistema empresarial de seguros del país, trasciende fronteras tras conocerse que Rodrigo Bedoya Díez de Medina es el nuevo presidente de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (Fides), organización que representa a compañías del sector de 18 países de América Latina, EEUU y España.

 _¿Qué significa para usted ser el primer boliviano en presidir la Fides?
Es un honor y orgullo en lo personal luego de una carrera de más de 26 años en el sector de los seguros. Es un nombramiento muy importante y muy significativo porque es una institución muy reconocida y muy valorada en el ámbito de los seguros y el financiero a escala global. Me siento honrado de ser el primer boliviano en presidir la Fides, cuyos orígenes se remontan a 1946.

_¿Cuáles son los desafíos en esta nueva apuesta de su vida profesional?
Siguen siendo y están vinculados a los impactos actuales y futuros de la pandemia en el sector asegurador, dado que el estado de emergencia por la pandemia no ha terminado y la gente sigue sucumbiendo a este virus.

La gran mayoría de las aseguradoras optaron por dar una cobertura a la pandemia sin que necesariamente esté cubierta en los clausulados, particularmente de las pólizas de salud que no estaban contempladas originalmente. 

Lamentablemente, hubo muchos fallecimientos, en una categoría que el seguro de vida no estaba presupuestado ni tarificado de manera que la mayoría de las aseguradoras en la región se vieron obligadas a realizar pagos por fallecimientos de una cartera que no recibieron ingresos.

El riesgo no estaba contemplado y al no estarlo, no estaba tarificado en estas carteras. Se hicieron erogaciones de millones de dólares por cuenta de un riesgo por el cual las aseguradoras no recibieron prima. Hay muchos aseguradores afectados significativamente en sus estados financieros por la pandemia.

_En Bolivia se cuestionó que los seguros no cubran el Covid-19, ¿hubo cambios al respecto?
La totalidad de las compañías de seguro que operan en el ramo, particularmente salud, han tomado la decisión voluntaria de dar cobertura. En muchos casos las compañías tenían exclusiones que aplicaban a la pandemia, pero en líneas generales el mercado asegurador ha dado cobertura al riesgo de coronavirus. 

Todos los seguros de fallecimiento por coronavirus que tenían algún tipo de cobertura contratada ya sea personalmente o a través de una institución financiera han sido y son ‘coberturados’.

_¿Cómo cambió la pandemia al mercado asegurador?
Ha transformado la forma de hacer negocios. En el sector de los seguros los cambios son profundos. Algunas legislaciones de países estaban avanzadas en lo que es la comercialización digital o virtual de la póliza de seguro y, en esos casos, la pandemia lo que hizo fue acelerar drásticamente la adopción de estos canales para contratar los seguros. En Bolivia urge modernizar la legislación en cuanto a la comercialización de seguros. Hasta hoy en gran medida, la venta de pólizas tiene que ser física por una normativa vigente que obliga a las aseguradoras y a los asegurados a firmar la recepción física de las pólizas de seguro. No había ni hay hasta el momento una legislación o norma que permita la comercialización virtual de los seguros.

24393.png Durante la pandemia en Bolivia se decretó el diferimiento de pagos de crédito que está relacionado con las primas de seguros que el sector cubre a los prestatarios, ¿cuáles son los impactos en las compañías?

Esta política de diferimiento de créditos es, por supuesto, entendible y válida como una medida para ayudar a alivianar el impacto económico de la pandemia en una cantidad de empresas y de personas que tenían contratadas obligaciones financieras con la banca. 

Tanto la banca como el sector de seguros siempre hemos estado de acuerdo con la necesidad de ponerle el hombro para ayudar a las empresas y las personas que atraviesan un momento complicado. La política de diferimiento del Gobierno ha tenido distintas etapas y en la tercera, que data de la semana pasada, los reguladores -ASFI y APS- emitieron una resolución donde se determina que los bancos no van a pagar las primas y que las aseguradoras van a tener que hacer frente al pago de los siniestros.

Esta es una posición que preocupa mucho al sector asegurador porque pone en riesgo la estabilidad financiera de las aseguradoras. No podemos hacer frente al pago de los reaseguros y siniestros sin recibir las primas correspondientes. 

Eso coloca en una situación de grave riesgo a las aseguradoras, sobre todo en el ramo personales. Hemos planteado al Gobierno que las aseguradoras puedan negociar el pago de las primas con los bancos, que no haya una determinación cerrada en cuanto a que los bancos no pagan y la aseguradora sí lo haga. 

Pedimos libertad para negociar entre aseguradoras y bancos sobre formas de pago parciales o totales para garantizar a las aseguradoras el flujo necesario que permita al sistema seguir funcionando y preservar la salud financiera de las aseguradoras.

_¿Cuál es el análisis que hace del regulador del sector en Bolivia?
Lo que hemos extrañado -los regulados- en los últimos años es la invitación del regulador para sentarnos a conversar proactivamente sobre cómo trabajar para dinamizar y modernizar al sector y ampliar la penetración de los seguros. Bolivia tiene una regulación totalmente obsoleta, rezagada y en desventaja con relación a otros países de la región, que ya adoptaron y trabajan en la forma de modernizar la contratación y el manejo de los seguros, cómo profundizar la penetración y cómo volver al sector más eficiente y actualizado con las formas que hoy en día se manejan en las operaciones financieras en el mundo, “básicamente desde el celular”.

Ahora mismo hay una preocupación por una determinación que ha adoptado el Gobierno en las últimas semanas de incrementar la alícuota del impuesto a las utilidades del sector asegurador del 25 al 50%. Pedimos diálogo porque esto es contraproducente y hará que el sector disminuya su patrimonio y reduzca la operación y cantidad de funcionarios. Se achicará.