Un niño de ocho meses fue probado por los traficantes, para ver si podía tragar y expulsar un globo lleno de agua

22 de noviembre de 2020, 19:50 PM
22 de noviembre de 2020, 19:50 PM

Los narcotraficantes no han encontrado límites al momento de ingresar la droga al penal. Si bien utilizan el cuerpo de las mujeres para convertirlas en el transporte de las sustancias controladas, hace poco los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) se sorprendieron al constatar que un bebé de ocho meses también estaba siendo usado para ingresar alcaloide dentro del penal.

El caso fue conocido luego de haber detectado a tres mujeres, que fueron sorprendidas ingresando a la cárcel droga líquida que tragaban para luego expulsarla dentro del reclusorio.

Con estos datos y las mujeres identificadas, la Felcn siguió tras la pista de los proveedores de estas personas y cuando estaban acumulando datos, la llamada de un hospital para hacer conocer a los investigadores sobre la presencia de una mujer que estaba internada porque se encontró en su vientre un objeto raro, alarmó a los uniformados que fueron a verificar lo que sucedía.

Debido a los fuertes dolores que padecía la paciente, los médicos tuvieron que intervenirla para retirarle un globo que ella había ingerido con un líquido. En principio se pensó que el contenido sería droga líquida, pero luego de realizar la prueba de campo se constató que se trataba únicamente de agua, por lo que los agentes antinarcóticos comprendieron que la mujer estaba siendo entrenada para luego ingresar al penal con droga en su estómago.

Pero la investigación no terminó allí, ya que se descubrió que el hijo de esta mujer, un bebé de 8 meses, también había sido forzado a ingerir un globo con agua, cápsula que expulsó dos horas después y que sería usado por los narcotraficantes como parte de su red de traficantes.

Los informes de la Felcn sobre estos hallazgos, dan cuenta que, en lo que va de esta gestión, desde antes de la pandemia por el coronavirus, se han detectado al menos una veintena de casos de gente intentando burlar los controles del acceso al penal cruceño.

El número de personas involucradas en estos hechos varía, ya que en muchos de los hallazgos el responsable de intentar ingresar la droga no es una sola persona, sino que opera hasta con otros tres cómplices.

Otro de los casos que sorprendió a los investigadores antinarcóticos, fue el protagonizado por una mujer embarazada, que ingresó al penal cargando a un bebé en brazos y guiando a una niña de tres años, con capacidades especiales, al interior del régimen abierto de Palmasola.

Inicialmente los policías de seguridad sintieron compasión al ver los afanes de esta mujer con sus dos hijos y los meses de gestación que tenía.

Una vez en el interior del recinto carcelario, cuando se dirigía a las puertas del PC-4, los agentes la siguieron y grande fue su sorpresa cuando descubrieron que en medio del pañal del bebé que cargaba en sus brazos, se escondió un puñado de marihuana, cantidad suficiente para convertirla en varias dosis de la hierba, que dentro de la cárcel se comercializa hasta por el triple de su valor normal.

“Sentí una tristeza cuando la estábamos llevando detenida a la Felcn, es una realidad, pero utilizan a estas personas para el tráfico y la venta de droga dentro del penal”, contó un agente y reveló que la droga era para el esposo de la mujer detenida.