.

15 de abril de 2024, 4:00 AM
15 de abril de 2024, 4:00 AM

Aumenta la tensión en Medio Oriente. La Guardia Republicana Iraní anunció el lanzamiento de más de 300 drones dirigidos hacia Israel con la advertencia del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, de que “El maligno régimen sionista será castigado”.

Israel actuó con prontitud y activó su famoso Domo de Hierro, un moderno sistema de lanzadores de misiles interconectados capaces de derribar un dron o misil que ingrese al espacio aéreo israelí, mientras el presidente israelí, Isaac Herzog declaró:  “Ya es hora de que el mundo se enfrente a este imperio del mal en Teherán y deje claro al régimen iraní que esto no puede pasar de largo, que es inaceptable”.

Según el Gobierno israelí, su sistema de defensa funcionó a la perfección y los daños materiales se redujeron al mínimo.  Por su parte, el régimen de Teherán también declaró su satisfacción al expresar que se alcanzaron los objetivos de su operación militar. Y como siempre, en toda acción de guerra, la primera víctima es la verdad.

¿Por qué se produjo el ataque? Según las autoridades iraníes, se trata de una represalia por un ataque israelí en su consulado de Damasco, Siria, en el que murió un comandante militar, a principios de este mes.

Este nuevo capítulo de la turbulenta relación entre ambos países encendió alarmas en la comunidad internacional. La mayoría de los gobiernos condenaron el ataque iraní, pero, a la vez, disuadieron a Israel para que se abstenga de responder militarmente, lo que hubiera supuesto el inicio de una guerra de imprevisibles consecuencias. La tensa calma pende de un hilo.

Mientras tanto, persiste la guerra en Gaza, Israel refuerza sus acciones militares y también ha recibido duras condenas por los excesos cometidos contra la población civil y  por haber impedido o dificultado el trabajo de organizaciones humanitarias en hospitales o lugares de protección para las poblaciones vulnerables.

Por el momento no se reportan nuevos ataques; sin embargo, es previsible que este lunes se sienta el efecto en la cotización internacional del petróleo, indicador siempre sensible a los avatares de los conflictos bélicos internacionales, sobre todo los que involucran a países miembros de la OPEP.

En paralelo, la invasión rusa a Ucrania ha superado los dos años, Aunque no existen cifras oficiales de militares fallecidos, se estima que ambos países perdieron alrededor de 200 mil efectivos y 300 mil sufrieron heridas graves. Más de 10 millones de ucranianos perdieron sus hogares y de ellos, 6,4 millones encontraron refugio en el extranjero. De las consecuencias económicas, ni hablar.

¿Existe alguna acción humana más devastadora que la guerra?. No. Pero por increíble que parezca, transcurridos siglos y tragedias, siempre alguna potencia está en guerra, la industria militar no se detiene y el odio aumenta. Las guerras son un día noticia de primera plana y semanas después se convierten en parte de la rutina.

En este contexto, cabe preguntarse: ¿Qué es la paz? Y surgen dos respuestas: 1) la ausencia de guerras, y 2) la convicción de que la comunidad internacional trabaje día a día para desterrar odios y superar conflictos de larga data. Nada de eso sucede. Por el contrario, la humanidad normaliza todo aquello que le destruye y lo hace con firme e inexplicable convicción. Van siglos de historia y ni un solo día de paz verdadera. ¡Una tragedia!

Tags