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1 de mayo de 2024, 4:00 AM
1 de mayo de 2024, 4:00 AM

“No tenemos plata, el gas se agotó y no podemos atender las demandas de las regiones.” Lo dijo el presidente Luis Arce al desnudar la dramática realidad económica nacional. Una realidad que, de uno u otro modo, fue distorsionada para engatusar a los bolivianos durante un tiempo largo: El correspondiente a la gestión actual de gobierno y a la mucho más extendida de Evo Morales. En ambos casos, se derrochó los ingresos por la venta de gas en vez de invertir parte en la exploración del energético para ‘no matar a la vaca lechera’ tras exprimirle hasta la última gota.

Y mientras los autores del despilfarro cruzan acusaciones por la profunda crisis económica que no fueron capaces de revertir, la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) formuló al Gobierno cinco propuestas para que el sector pueda generar hasta $us 1.000 millones cada año. Todas de aplicación razonable y necesaria: Seguridad jurídica para los productores, agilizar el uso de nuevas tecnologías para la producción de alimentos, apoyo al pequeño productor para invertir en tecnología que le ayude a crecer, control del contrabando de productos sensibles a la oferta local y desarrollar una estrategia agresiva para la apertura de mercados.

Como lo ha hecho la CAO, es tiempo de proponer para avanzar hacia la salida de la crisis. Bajo determinadas condiciones, otros sectores también podrían mover la aguja.  Ya no tiene sentido llorar sobre la leche derramada o buscar culpables por los vidrios rotos. Ya llegará el momento de rendir cuentas a los bolivianos.

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