Las reuniones con la Iglesia Católica y el MAS pretendía unir esfuerzos para frenar la violencia. La renuncia de Morales "nos sorprendió a todos y debimos definir los pasos a seguir en ese instante", señaló el exministro

16 de junio de 2021, 10:24 AM
16 de junio de 2021, 10:24 AM

El exministro de la Presidencia del Gobierno transitorio, Jerjes Justiniano Atalá, participó en los encuentros convocados por la Iglesia en el proceso de pacificación de Bolivia entre octubre de 2019 y enero de 2020. Esta mañana, conversó en 'Influyentes' de EL DEBER Radio sobre el desarrollo de esas negociaciones y reveló que el Ministerio Público estuvo de acuerdo con la sucesión de Jeanine Áñez.

El informe remitido por la Iglesia Católica al Vaticano y difundido ayer en la tarde ha reabierto el debate sobre lo que ocurrió en las mesas de diálogo a mediados de noviembre de 2019. Algunas autoridades del Movimiento al Socialismo (MAS) han salido a desvirtuar las afirmaciones que realiza la Iglesia. Mientras, prosiguen las citaciones a los actores que conformaron y apoyaron el Gobierno de Jeanine Áñez.

"Con el Ministerio Público nos hemos sentado para unificar esfuerzos y pacificar el país", destacó Justiniano. Por dicho motivo, y durante un año, nunca se consideró una posible causa de sedición como pretende ahora el MAS, según aclaró el abogado.

Quien fuera ministro del gabinete de Áñez, desmerece la narrativa que intenta imponerse desde el MAS y que alude a un posible golpe de Estado. La inacción del Ministerio Público "ante el posible delito de sedición" demuestra que, en ese momento, todos acordaron el camino de la sucesión constitucional como la salida correcta.

Durante la entrevista, Justiniano asegura que "sorprendió la renuncia de Evo Morales" instantes antes de la reunión. Ese hecho obligó a plantearse una interrogante. "¿Y ahora cuales son los pasos a seguir?", reveló.

Las reuniones que se llevaron a cabo en las instalaciones de la Universidad Católica Boliviana de La Paz fueron convocadas por la Iglesia preocupada por la escalada de violencia que se vivía en el país. "No lo hace para ver quien iba a ser el sucesor de Morales", sentencia Justiniano. Es más, recuerda que la invitación se produjo cuando "todavía era presidente".

La renuncia del exmandatario alteró el tenor de los debates. Desde el MAS, "se mostraban preocupados  por garantizar la salida de Evo Morales del país". Además, atestiguó que las reuniones se suspendían "por que Adriana Salvatierra debía consultar con Evo Morales", lo que demuestra que sí estaban informado de las mismas, afirma Justiniano.

Con la renuncia, complementa el relato, se plantearon dos escenarios. "El vacío de poder o la sucesión ipso facto". Se optó por este camino y, de acuerdo con la Constitución, "analizamos el orden de sucesión, no los nombres".

Justiniano se respalda con el Reglamento de Debate de la Cámara de Senadores para referirse al orden de sucesión. En dicho reglamento se determina la sucesión en la directiva ante la ausencia de la presidenta. En este caso, la renuncia de Salvatierra y del primer vicepresidente, el senador Medinaceli, abrió el camino para Jeanine Áñez.