En la niñez es donde se debe establecer los buenos hábitos alimenticios y no dejar que las comidas sean a gustos de los niños, recomienda la nutricionista Rita Medina, en el marco del Día del Niño. Sostiene que una alimentación para los más chicos se resume en moderación, variedad y equilibrio

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9 de abril de 2020, 7:49 AM
9 de abril de 2020, 7:49 AM

Sin duda la importancia de la alimentación en los primeros años de vida, junto al establecimiento de hábitos de vida saludables se relacionan en la prevención del desarrollo de enfermedades a lo largo de la vida, en especial, enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad o cáncer. Además, los hábitos alimentarios se establecen en esos primeros años de vida y permanecen en el tiempo, advierte la experta y reconocida nutricionista, en el marco del Día del Niño.

Medina destaca que la alimentación además de favorecer el crecimiento y desarrollo integral, también influye en el desarrollo de un buen sistema inmunológico (defensas) que permiten hacer frente a las enfermedades, que generalmente presentan los niños, como las enfermedades respiratorias (refriados, bronquitis, neumonía) y gástricas (diarreas). En cuanto a la enfermedad respiratoria producida por el covid- 19 los niños están en menor riesgo de enfermarla sin embargo pueden ser transmisores asintomáticos o también pueden sufrirla, es mejor cuidarlos y proveerles alimentos que favorezcan su sistema inmunológico.

¿Cómo se debería alimentar a un niño?

Una alimentación saludable debe cumplir los siguientes criterios: ser variada (alimentos, presentación, preparación); poseer unos niveles nutricionales que se ajusten a las características de los niños; estar repartida a lo largo del día, con arreglo a las condiciones de vida del niño. Los principios básicos de una alimentación saludable pueden resumirse en tres palabras: moderación, variedad y equilibrio. Además, la alimentación tiene también un componente social.


Cuantas veces los padres se salen de sus casillas intentando que sus niños disfruten la comida, pero generalmente se dan por vencidos y terminan alimentando al niño en base a sus gustos, que por lo general no son los más nutritivos, alerta la experta.

Enseñar a los hijos a que coman de todo y a que valoren la importancia de seguir una alimentación saludable, demanda a los padres y madres y un esfuerzo, que en algunos casos puede ser excesivo. "La alimentación es responsabilidad de los padres, no la transfiera a los niños ellos no deben elegir sus alimentos, los padres deben guiar en este importante aspecto de la crianza", sostiene.

Poner atención si el niño o niña presenta inapetencia

Los aspectos sicológicos, también se deben tomarse en cuenta, la inapetencia suele venir con la llegada de un hermanito, o la falta de atención o de la presencia de los padres en la hora del almuerzo.

También existen los trastornos por deficiencia de algunos minerales como el zinc, el papel de este mineral en el desarrollo de las papilas gustativas y el apetito son muy importantes a tomar en cuenta.

Algunos aspectos importantes que se deberán considerar a la hora de enseñar a comer:

1.- Desarrollar hábitos alimentarios desde la primera infancia es esencial, si los padres no dan ejemplo, si no comen verduras no pretendan que sus hijos lo hagan.

2.- Los padres deben informarse de los principios de la alimentación equilibrada y saludable, y predicar con el ejemplo.

3.- Educar a los niños a que coman y prueben de todo, presentarles paulatinamente la mayor variedad de alimentos posibles.

4.- Educar a los niños a que coman y prueben de todo, presentarles paulatinamente   la mayor variedad de alimentos posible. 

5.- Es en el hogar donde los niños adquieren y aprenden los hábitos alimenticios.

6.- Este periodo es muy importante para su desarrollo, necesitan un gran aporte de energía.

7.-  Dedicar el tiempo necesario para que coman despacio y aprendan a disfrutar la comida

8.- Que valoren la importancia de seguir unas pautas saludables de alimentación.

¿Cuáles son los alimentos principales que deberían comer?

Se aconseja que hagan cuatro o cinco comidas diarias, constituidas por un desayuno, un almuerzo (opcional según la edad, y según el tipo de desayuno; si éste es más o menos consistente), almuerzo, merienda y cena. Los alimentos deben repartirse a lo largo del día para que el organismo del niño extraiga en cada momento los nutrientes y la energía que precisa para su intensa actividad orgánica.

Para poder incluir todas las variedades de alimentos es importante planificar el menú a lo largo de las distintas comidas y de todos los días de la semana, se reparten de manera ordenada los alimentos, por grupos, según las raciones diarias o semanales. Así, por ejemplo, se deberá pensar cómo repartir las tres frutas y las 2 raciones de lácteos diarias; alternar el pescado y la carne a lo largo de comidas y cenas con los huevos; no olvidarse de incluir legumbres entre una y dos veces por semana. Y así, siguiendo las instrucciones de las raciones alimentarias hasta completar el menú semanal con todos los alimentos básicos.  A continuación, un ejemplo que le puede servir como modelo.

Desayuno: 


Desayunar es imprescindible.   Después de 12 horas de ayuno desde la cena, se debe proporcionar energía al organismo. El estado nutricional, el rendimiento físico, el ánimo y el humor, dependen en gran medida del desayuno. Por eso no se puede obviar el desayuno en la alimentación infantil.

Fomentar el desayuno y que sea completo, variado y equilibrado que debe constar de:

·         Lácteos: leche, yogur, queso (1 taza)

- Cereales: sin azúcar, quinua, avena, amaranto, panes integrales (una porción 1 platito).

- Una fruta (naranja papaya, piña, manzana, guineo, o cualquier fruta de estación. Trate de incluir siempre un cítrico.

Merienda:


No deberá ser muy consistente para no restarles apetito para la hora del almuerzo del mediodía. Con la merienda de la tarde sucede lo mismo. No serán muy consistentes si la cena es temprano. Los niños más mayores tendrán más apetito y mayor necesidad de comer entre horas, ya que su actividad es mayor.  En cualquiera de los casos, se da preferencia a las frutas, yogures u otros lácteos y los bocadillos variados, tanto dulces como salados, por encima de las galletas o masas con azúcar  o grasas que se dejarán para momentos ocasionales.

Almuerzo y cena.


Las preparaciones y la presentación de los alimentos son un importante el momento de considerar todas las posibilidades culinarias para cocinar los alimentos, de manera que los niños se acostumbren a comer de todo y de la forma más variada posible. Evitando los fritos, rebozados y apanados. Las preparaciones con cocciones más suaves como la plancha, el vapor, o el salteado, al jugo y al horno son buenas opciones.

Insistir con los alimentos que son rechazados con frecuencia como las frutas, las verduras, los pescados y las legumbres. Agregarlos constantemente, para que adquieran el hábito de consumirlos.

¿En base a qué debería ser la alimentación de los niños?

El plato saludable le ayuda a controlar las porciones y equilibrar los nutrientes

El platito debe constar de:

- Una sola variedad de carbohidratos que ocupara la ¼ parte del platito. (papa, yuca, quinua, trigo, maíz, lentejas, garbanzos, frejol plátano, arroz, fideo y otros) de preferencia enséñeles o comer cereales solo integrales.

- Las proteínas s deben ocupar la otra ¼ parte del plato (carnes de pescado, de res, pollo, huevos, queso). Asegurar el consumo de proteína porque sus necesidades son mayores proporcionalmente que las de un adulto.

- Vitaminas y minerales que se encuentran principalmente en las Verduras. La presencia de estos alimentos, tanto en el almuerzo como en la cena de cada día, es muy importante, deben incluirse todas las variedades (las de mayor contenido de vitaminas son; espinacas, acelgas, zanahoria, zapallo, arvejas, Que deben ocupar la mitad del platito, la ensalada debe contener cuatro diferentes verduras, a más variedad más vitaminas.


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