Algunas personas decidieron apostar por explorar su ingenio y creatividad y sacarle provecho a la cuarentena por la vida. Crearon huertos, jardines, comederos para perros callejeros y otras se pusieron overol y se convirtieron en pintores profesionales. Aprovechá el material que tenés en casa

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6 de abril de 2020, 11:53 AM
6 de abril de 2020, 11:53 AM

Mientras algunas personas se desesperan por el confinamiento y no saben cómo matar el tiempo o están aburridas, otras lo ven como una buena oportunidad para sacarle provecho a este tiempo dentro del hogar

Belén Garnica Gumucio, estudiante de Diseño, es una de ellas. Decidió explorar su ingenio y creatividad y, junto con su mamá, apostaron por cambiarle la cara al patio de su casa. Entretenimiento y esparcimiento familiar es la finalidad de este espacio que crearon. 

Cuatro sillas, una sombrilla y una mesa con una serie de juegos, como monopolio y cartas se encuentran allí para entretenerse. Las sillas y las mesas se encontraban archivadas, ahora tienen utilidad.


Motivadas por este logro, decidieron crear un jardín en  la parte delantera de su vivienda que quedó bellísimo (foto). Destaca por un tepe que le colocaron, el mismo que cobra fuerza en el jardín y le otorga un toque rústico y cálido, como es la madera. Ahora es un lugar que da una sensación de paz y tranquilidad.

Como toda defensora de los animales, Garnica Gumucio recicló botellas de plásticos y fabricó comederos y bebederos para los perritos callejeros. Los sujetó de la rejilla que cubre el medidor de agua, que está fuera de su casa.


No es arquitecta tampoco ingeniera, pero le sobra ganas y voluntad. Luly Durán aprovechó la cuarentena para pintar su vivienda y darle a su dormitorio un toque chic. " Soy de las personas que cree que la mente tiene que estar ocupada y la persona estar siempre de buen humor,  por eso trato de buscar cosas para hacer. La idea de pintar mi casa surgió después de que los albañiles me fallaron, entonces decidí aprovechar la cuarentena, me conseguí pintura y me puse a trabajar para darle una nueva imagen a mi casa", afirma.







Agrega que optó por los colores tierra y le quedó hermoso. También es coleccionista de antigüedades, por lo que ha aprovechado el confinamiento para archivar discos y CD, además concluyó la lectura de libros que había dejado a medias.

Hosanna Rosas, su esposo, Cristian Montaño y su hijo Francisco Montaño, amantes de los animales y la  naturaleza, apostaron por crear su propia huerta familiar (condominio Laguna Azul). Dos tardes de limpieza del terreno, luego hacer un cerco con malla vieja de gallinero y unos troncos que sirvan como protección para que no entren los perros y lo destruyan, estuvo lista la huerta.

Allí plantaron cebollita verde, zanahoria, tomate, pimentón, papa y zapallo, entre otras especies.  La huerta tiene cuatro metros cuadrados, suficientes para alimentar a esta familia de tres miembros. Ellos siempre soñaron con tener su propia cultivo de verduras y especias. De hecho han aprovechado algunas papas con brotes que tenían en casa. Sus vecinos, también contribuyeron, pues les donaron algunos palets, semillas y plantines. Hoy disfrutan de ver cómo empieza a crecer sus cultivos, como el pimentón que se observa en la foto.