La nueva temporada tendrá un condimento especial para el segundo goleador del Clausura 2019, porque su hermano fichó para Wilstermann. Peleará su espacio, por ser goleador y por un cupo en la selección

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20 de enero de 2020, 17:36 PM
20 de enero de 2020, 17:36 PM

La convivencia en su barrio Paraíso B, Plan Tres Mil, le recuerda siempre cuánto le costó llegar donde está y no pierde la humildad. Así es Gilbert Álvarez, el goleador del campeón boliviano, Wilstermann (18 tantos en el torneo Clausura 2019), que se alista para afrontar una nueva temporada en la que disputará el torneo Apertura 2020 (División Profesional), la Libertadores -y si se gana su espacio en la selección boliviana- las eliminatorias y la Copa América Argentina-Colombia.

Además, tendrá que ‘cuidar’ su puesto de su hermano Willan, que fichó este año por el aviador y también es ‘9’, con mucha “técnica y potencia”. DIEZ conversó mano a mano con el atacante.

Inicia una nueva temporada, ¿la vara está alta?

La verdad es que estoy contento por estar una nueva temporada aquí en Wilstermann. Se vienen nuevos objetivos. Cuando uno sale campeón, tal vez se relaja, así que hemos conversado con los compañeros para que no lo hagamos. Hay que acostumbrarse a ganar y a pelear el campeonato. Tenemos retos muy lindos este semestre, la copa (Libertadores) y el torneo (local).

En el Clausura 2019 quedaste como segundo goleador, ¿es hora de ser el primero?

Cuando inicia la pretemporada, también se recargan las ilusiones. En el anterior torneo, cuando empezamos a pelear el título, dejé en segundo plano la competencia individual de los goleadores, pero cuando fueron pasando las fechas y estaba ahí arriba, me mantenía, así que no quería aflojar la competencia. El técnico (Cristian Díaz) me dice que no me conforme, si ya hice 18 goles, pues ahora tengo que marcar 20 o 22.

¿Sigues tus estadísticas?

La verdad que muy poco, pero cuando veo las temporadas, creo que la de 2019 fue la mejor porque he marcado 18 goles en 22 partidos, si no estoy equivocado. Eso me dejó muy contento.

Tu hermano Willan fichó para el aviador, ¿será un condimento especial tenerlo de compañero?

Estoy feliz. Deseaba mucho jugar con mi hermano. La llegada de Willan me mete presión porque jugamos en el mismo puesto. Si él anda bien, me empuja a mejorar y a que no me relaje. Sé la calidad de jugador que es, la técnica que tiene, define muy bien, es muy rápido (…)

¿Quién es mejor Gilbert o Willan?

(Risas) Siempre lo he dicho, Willan tiene una técnica envidiable, es potente, sabe definir (…) Creo que (el mejor) es Willan, yo soy más de estar en el área. Estar en el momento justo de la jugada y moverme.

¿Ya jugaron juntos?

Sí, estuvimos juntos en Destroyers, cuando Willan tenía 16 años. Salimos campeones de la Primera A de la ACF, pero será la primera vez en un equipo profesional. Espero que sea una temporada de muchas bendiciones.

Ahora la familia Álvarez se teñirá solo de rojo...

Sí, se acabó la división de papá y de mamá, que venían y decían: “que gane el mejor”. Ahora estaremos todos juntos, vestidos de rojo, será muy lindo. Era difícil verlo a mi hermano de rival, marcar gol y que él quede preocupado por el resultado. Cuando ganábamos los clásicos (con Wilstermann), él agachaba la cabeza, era complicado y triste. Siempre le dije que lo deje todo porque uno no sabe quién lo está viendo y así fue. Ahora mi familia está muy feliz.

¿Corregís y metés presión a Willan?

La verdad que sí, justo en un entrenamiento, le observé que le está pasando lo mismo que me sucedió a mí cuando llegué de Real Potosí. Aquí se juega con un estilo diferente, no es al pelotazo. En Aurora tal vez él la peleaba solo arriba, aquí es más juego en sociedad, pases filtrados, el delantero marca la jugada, hace la diagonal en el momento justo (…). Se lo he dicho, quizás él quiere picarlas todas, pero no es así. Sé que poco a poco se irá adaptando al nivel táctico adecuado.

Hablando del equipo, ¿crees que es hora de que Wilstermann avance a las semifinales de la copa?

Estamos con ilusión de hacer una gran copa (Libertadores). Todavía quedamos muchos de los que vivimos la experiencia de llegar a cuartos de final. Nos hemos planteado en el grupo, superar lo que hicimos en 2017, con el DT Roberto Mosquera.

‘Wilster’ repite la fórmula de mantener su base, ¿es fundamental en un equipo?

La dirigencia se ha dado cuenta de que estos son procesos. El equipo se conoce muy bien; por ejemplo, sé lo que va a hacer Serginho, cuándo me va a tirar un centro; o lo que hará ‘Pochi’ (Cristian Chávez). Eso es una ventaja. Son pocas las contrataciones, ya se sumaron Jaime (Arrascaita), Paúl (Arano), Willan (Álvarez) y llegará un central (Marco Torsiglieri - argentino). Vamos a tratar de acoplarlos de la mejor manera. Somos una familia y todos vienen a aportar.

Volviendo a la Libertadores, ¿cómo ves a los rivales del equipo aviador?

Conocemos de Atlético Paranaense, sabemos de la cancha en que juega, es difícil, sintética y rara porque tiene como arenilla de coco. A Peñarol también porque lo hemos enfrentado en 2017, sabemos que se está armando un gran equipo y que tiene un gran técnico como (Diego) Forlán. Asimismo, Colo Colo es fuerte y lo enfrentamos en Cochabamba, lo estamos analizando.

En el torneo local, ¿Always Ready se suma a los equipos fuertes?

El campeonato se está poniendo lindo, nosotros lo vemos de esa manera. Los equipos se han reforzado muy bien y eso le hace bien al fútbol, nosotros pelearemos el título, como cada año.

Para que tengas un año redondo, ¿tenés que ganarte un puesto en la selección?

Uno siempre sueña con estar ahí, pero primero hay que destacar en su club para ser tomado en cuenta. Como delantero, trataré de hacer goles, porque los ‘9’ vivimos de eso, lo tengo muy claro. Me estoy preparando para ganarme un lugar y sé que solo depende de mí. Voy a trabajar para conseguirlo y espero lograrlo.

¿Crees que los que juegan en la altura tienen mayor ventaja de vestir la Verde?

Creo que el que tenga mejor nivel de juego es tomado en cuenta, pero es verdad que el que está militando en la altura tiene más chances. Cuando uno va del llano a la altura se siente la diferencia. No sé si es un plus, pero hay un poco de ventaja. Eso sí, siempre los mejores estarán en la selección.

Desde tu llegada al rojo cochabambino en 2016, ¿cuánto creciste?

He crecido mucho, porque aquí jugué mi primera Libertadores, en Real Potosí solo había disputado la Sudamericana. Fui llamado a la selección en más oportunidades, Wilstermann es un equipo grande, es una buena vitrina. También logré irme al exterior. Además, que la presión es mayor, eso también ha aportado a mi desarrollo.

En medio de tu estadía en Wilster, militaste en un equipo del exterior, ¿cuándo te veremos nuevamente afuera?

Esperemos que sea pronto. Mis empresarios me dijeron que había varias opciones, pero les pedí que solo vengan al club a negociar cuando exista algo concreto. Cada campeonato me ilusiono, tal vez, tengo esa espinita, porque quiero consolidarme afuera. Tengo 27 años y el tiempo está pasando rápido. Sabemos de que ahora buscan jugadores de 22, 24 años, pero esperemos que se dé la oportunidad.

¿Qué sorpresa nos darás este año, en el Clausura jugaste 45 minutos del último partido y después te fuiste a casar?

(Risas) La verdad es que ya estoy mejor ordenado, ya pasaron los ajetreos. El técnico (Cristian Díaz) me reclamó porque él no sabía, solo hablé con el presidente (Gróver Vargas). En tono de broma le comenté, que eso quedó en el 2019, que ahora nos enfoquemos en el 2020, pero él siguió y me dijo: ¿Cómo vas a hacer eso, imagínate si íbamos perdiendo? Le aseguré que todo estaba calculado para salir en ese momento.

¿Cómo hace un futbolista para mantener los pies sobre la tierra?

Cuando voy al Plan Tres Mil me preguntan por qué no me voy de viaje por vacaciones, pero creo que eso no me hace más ni menos. Soy tranquilo, trato de compartir con los amigos porque son ellos los que saben el sacrificio que uno hace. Siempre trato de acordarme de dónde vengo y eso me ha dado resultado.

¿Tu familia es clave?

Mi familia es fundamental, me gusta estar en la casa de mis padres, en todo el año puedo verlos cinco o seis veces. Ellos vienen a Cochabamba cuando hay partidos, yo trato de aprovechar mis vacaciones para disfrutarlos, ya que nos perdemos muchos momentos importantes por nuestra profesión.

Si bien tienes 27 años, ¿has proyectado tu retiro o cuándo te gustaría dejar el fútbol?

(Risas) No me imagino fuera del fútbol, mi retiro. Siempre le digo a mis compañeros más grandes que traten de disfrutar el vestuario, porque conozco a exjugadores que me dicen que extrañan el ambiente del vestuario y los entrenamientos. No pienso en qué haré si lo dejo.