El ministro Justiniano habla del diálogo, que por ahora no tiene resultados. El entorno de Evo Morales intenta avanzar, pero el expresidente obstaculiza el camino

21 de noviembre de 2019, 3:00 AM
21 de noviembre de 2019, 3:00 AM

¿Cómo está el diálogo?
Lo importante del diálogo es que no se ha detenido, lo importante del diálogo es que continuó con diversos sectores, lo importante del diálogo es que nos hemos centralizado en El Alto; sin embargo, lo malo del diálogo es que existe mucho temor. 

Hemos conversado con casi todos los dirigentes vecinales de los 14 distritos de El Alto y todos ellos nos dicen que tienen miedo porque hay algunos que están instigando a la violencia, que tienen miedo porque si tienen una opinión distinta sus casas pueden ser quemadas, saqueadas, porque ellos entienden que este es un Gobierno de transición, que no se va a quedar, que tiene por finalidad convocar a las elecciones y, sobre todo, que ninguno de los proyectos que existen se van a anular.

Entonces, el diálogo avanza, no como nosotros quisiéramos, pero avanza…

¿Mucho depende de la ciudad El Alto?
Creo que sí.

Cochabamba también está movilizada…
Cochabamba puede seguir paralizada, Santa Cruz estuvo paralizada 21 días, paralización absoluta, no le afecta al poder político que el país paralice, pero La Paz cuando está paralizada eso sí afecta. Entonces, en este momento La Paz no está paralizada, se cumplió la amenaza del señor Evo Morales, ¿qué dijo? ‘Voy a cercar’. 

El hambre que hay ahora, porque hay desabastecimiento, la falta de combustible, la falta de gas licuado es responsabilidad de Evo, él está cumpliendo su palabra. Cuando todos buscamos la paz en Bolivia, el único que no lo hace es Evo Morales, porque desde México lanza discursos incendiarios y miente al mundo, ya no podemos soportar la desfachatez y mentira de Evo Morales.

¿Quiénes están en el diálogo?
Nos pidieron reserva hasta ellos. Dirigentes del MAS nos piden anonimato. Le tienen miedo a Evo Morales, porque él es el único que quiere incendiar este país.

¿Hay gente cercana a Evo Morales?
Obviamente, su entorno diríamos.

¿Y qué piden?
Dicen que la situación puede arrojar distintas consecuencias en escalada hasta una guerra civil y que para eso es necesario el diálogo, coincidimos en eso. 

Desde el 12 (de noviembre) hasta ahora llevamos nueve días convocando al diálogo y nos reunimos con ellos cinco veces. Pero lamentablemente siempre nos atoramos en lo mismo ¿sabe con qué? ‘Vamos a consultar con México’.

¿Y a la siguiente reunión hay novedades?
Plantean otras cosas, otro condicionamiento. Primero nos condicionaron que para el diálogo teníamos que viabilizar la salida de Evo Morales, salió y no llegamos a la concertación. 

Después nos pidieron los salvoconductos para las personas que estaban en las embajadas, les dijimos de acuerdo, pero al otro día salen con otra cosa, con una ley que garantice que no habrá persecución política, eran cuatro puntos de la ley y le dijimos bueno a los cuatro puntos de la ley, pero resulta que tienen que consultar con México. Nosotros demostramos que queremos avanzar, les dijimos que ellos den un cuarto intermedio, que se normalice la ciudad, pero tienen que consultar con México.

¿Ese fue el último pedido?
No, nos pidieron que nos sentemos con Evo Morales, les dijimos bueno, pero hasta ahora no tenemos respuesta. O sea, es inexplicable. Pero en paralelo tenemos avances con otros sectores, como la COB, y eso significa que hay una vocación de diálogo.

¿Cómo califican esa negociación con el entorno de Evo Morales, pero a la vez en la Asamblea Legislativa se está avanzando en algo?
Lo dijimos. Saludamos la decisión de la Asamblea Legislativa de sesionar por tiempo y materia, creo que eso es alentador, solo esperamos que no demoren tres o cuatro días, que lo hagan lo antes posible. Obviamente, no por ellos habrá que ir con prisa, habrá que ir con calma, pero debemos acelerar un poco el ritmo.

¿Cómo está la presidenta Jeanine Áñez tras conocer la denuncia de un posible magnicidio en su contra?
La presidenta (Jeanine Áñez) tenía muchas ganas de ir a Trinidad porque iba a ser una fiesta. Ella iba a ir a Trinidad a entregar a varios proyectos, que es del anterior Gobierno. 

Nos dijeron que no era segura la estadía de la presidenta en Trinidad. Ella está bien, no tiene miedo, pero le preocupa todo lo que está pasando por la alteración de su agenda por seguridad.

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