La reportera de PolitiFact, de EEUU, habla de los riesgos de la difusión de información inventada en los procesos electorales, como los que vive el país

El Deber logo
21 de julio de 2019, 14:00 PM
21 de julio de 2019, 14:00 PM

Miriam Valverde, de origen nicaragüense, es una reportera que trabaja desde hace tres años en PolitiFact, del Poynter Institute (EEUU), institución que ganó un premio Pulitzer de periodismo. Se graduó en Emerson College con una especialización en periodismo y otra en estudios de negocios. Se dedica a verificar declaraciones específicamente sobre inmigración, sin que eso impida tocar otros temas.

Los periodistas de PolitiFact buscan informaciones y declaraciones diarias para verificar los hechos. Se dedican a leer transcripciones, discursos, noticias, comunicados de prensa y folletos de campaña. También ven televisión y escanean las redes sociales. Los lectores envían sugerencias por correo electrónico.

Valverde llegó a Bolivia para dictar talleres sobre Desinformación y Noticias Falsas en las ciudades de Santa Cruz y La Paz, eventos que fueron organizados por el Observatorio Bolivia Verifica, impulsado por la Fundación para el Periodismo y la Universidad Católica Boliviana.

— Estamos en una etapa electoral en el que circula información falsa, ¿qué tan influyente es la noticia falsa en estos procesos?

Son sumamente influyentes, porque no solo puede afectar al electorado, sino también a los candidatos. Es posible que miren una nota y piensen que es verdadera y la compartan con sus seguidores, entonces todos pueden ser víctimas de las noticias falsas y tienen un impacto significante.

—¿Estas noticias falsas pueden ser determinante en los resultados de una candidatura?

No sé qué tanto sea el nivel de influencia, pero, definitivamente, pueden influir en la manera que las personas piensan, y refuerzan sus ideologías. Genera una polarización entre los partidos, entre los que apoyan a uno u otro candidato.

—¿Es posible reconocer las verdades a medias o las propuestas engañosas que tienen los discursos políticos?

Sí, son medibles porque una vez que escuchamos los discursos podemos buscar datos, estudios, estadísticas, consultar con expertos, con institutos que conozcan el tema, y así se puede contrastar y ver qué tan cierta, falsa o verdad a medias tiene ese discurso.

—¿Los políticos deben asumir que la gente los puede evaluar?

Ellos tienen que ser responsables con sus palabras, porque si están tratando de ser elegidos, si quieren el respaldo del electorado, es de esperarse que tengan un discurso elevado, basado en hechos.

—¿Qué experiencias conoce de otros países con relación a las noticias falsas?

Durante las campañas electorales en Estados Unidos vimos bastantes noticias falsas que se enfocan en temas de mayor interés del electorado, como inmigración, de economía, de historia. Esas noticias falsas tratan de crear discordia, de crear fricción. La intención principal es crear confusión, engaños, para que al final de cuentas uno no sepa qué es cierto y qué es falso.

—En la campaña del presidente Donald Trump hubo muchas noticias falsas?

Si, esa es una de las cosas que más notamos. Noticias falsas atacaban a los candidatos (Donald Trump y Hillary Clinton) y a otros postulantes al Congreso. La intención era crear esa duda para que las personas pierdan la confianza que tenían en esos candidatos, y para confundirlos, ese es el propósito.

Hubo muchas quejas y los usuarios pueden reportar a Facebook si consideran que la nota es dudosa.

—¿Qué elementos pueden ayudar a detectar si una noticia es falsa?

Las noticias falsas son totalmente fabricadas, que no tienen nada de verdad, que se la inventaron por gusto tratando de engañar o manipular. Una de las cosas que hace pensar que se trata de una noticia falsa es el título sensacionalista, si suena increíble o demasiado sorprendente, tenemos que tener mucha cautela.

Es importante mirar y contrastar si otro medio legítimo también tiene el dato, porque si no lo ha reportado, lo más probable es que sea inventado. Si miramos la noticia por internet, por las redes sociales, veamos en la página si es que tienen información de cómo contactarlo, si señalan la fuente, si colocaron el nombre del autor, la fecha.

Las compañías que hacen noticias falsas omiten esos detalles que como periodistas y personas responsables incluimos.

Otra alerta son los artículos que circulan sin nombre del autor, usa títulos en mayúsculas o puntuación exagerada, sin fuentes de información.

Las noticias verdaderas, por lo general, colocan enlaces de dónde han sacado información, lo que permite que uno pueda verificar los datos; por lo tanto, si los artículos tienen el nombre de la persona que lo escribió, la fecha y todo lo verificable, entonces es una noticia verdadera.

Es importante buscar el título que aparece en la nota en internet.Google es otro sistema de búsqueda, porque si la información no ha sido reportada por los medios confiables, es por algo.

Otra cosa que hemos notado con frecuencia es que una noticia falsa tiene muchas repeticiones, incluso para hacer ver que es un texto largo y completo, repiten párrafos, por eso alguien que no pone atención, no lo nota.

—¿Hay organizaciones que se dedican a identificar las noticias falsas?

Si, en PolitiFact verificamos el discurso de los oficiales electos, pero también nos dedicamos a filtrar las noticias que están en las redes sociales, como Facebook, Twitter e Instagram para asegurarnos que lo que está circulando en esas plataformas es cierto.

—¿Hay candidatos que toman como parte de su equipo a personas que se dedican a identificar o a propagar noticias falsas?

No sé a qué nivel se dedican a difundir las noticias falsas, pero es posible que quizás un seguidor de un partido o de un candidato creen noticia falsa y las transmitan o las difundan a través de sus redes sociales.

—¿Cómo diferenciar la noticia falsa de la noticia engañosa?

Lo falso puede ser algo, que no tienen ningún elemento de verdad, que no se basa en un hecho. Algo engañoso, tiene un grado de verdad, que está basado en un evento relacionado, pero la exageraron a un nivel que ya no es cierto, porque la intención es engañar y crear esa confusión sobre el hecho y la falsedad.

— ¿Por qué resulta tan fácil difundir las noticias falsas?

Porque cualquiera puede hacerlo, basta con solo tener una conexión a la internet. Desde un celular, una tableta o computadora podemos crear algo. Por ejemplo, los memes son bien populares en la sociedad actual. Hay páginas en internet que permiten elaborar todo fácilmente, colocando la foto que uno quiera puede poner el texto, inventando lo que sea.

Hay que mirar detenidamente las páginas oficiales porque hay personas que tratan de copiar los logos, para aparentar ser la fuente legítima. Pero si se lo mira en detalle se puede encontrar las diferencias en espacios, tamaños y colores, aunque a simple vista resultan parecidas, en verdad tienen muchas diferencias. En las redes sociales se observan más la difusión de las noticias falsas porque las personas pueden crear páginas de internet en las que ponen todas las notas falsas, pero también es muy fácil colocar una foto, y eso no necesita esfuerzo, la publican y esperan que se vuelvan viral en las redes. La gente no analiza el contenido, simplemente lo comparte, entonces eso ayuda a la propagación.

—¿Con qué propósitos se crean estas noticias?

Tienen el propósito de causar rabia, decepción o indignación. Se lanzan en momentos específicos, de alto interés y cuando suceden hechos específicos. Por ejemplo, en 2018, en Florida (EEUU) hubo un tiroteo en una escuela en la que asesinaron a 17 personas, incluyendo estudiantes y maestros. Después que pasó esto, los estudiantes que fueron afectados sicológicamente se volvieron activistas tratando de evitar cualquier tipo de armas. Y para tratar de desacreditar a una de las activistas compartieron una imagen falsa en la que ella, supuestamente estaba rompiendo la Constitución de Estados Unidos, tratando de decir que no se puede escuchar a alguien que ni siquiera respeta las leyes del país. Lo contrastamos y evidenciamos que en realidad ella había roto unos cartones que son usados en las prácticas de tiros, pero los que estaban en su contra cambiaron la imagen y la popularizaron.

—¿Hay forma de controlar la difusión de noticias en redes sociales?

Es libre, y es difícil controlar lo que la gente pone en las redes.

—¿Cuál es el propósito de crear una noticia falsa?

Puede ser para perjudicar, dañar la reputación del individuo o la organización. Confundir para sembrar dudas. Manipular, es decir influenciar el comportamiento, la ideología de la ciudadanía. También influye el dinero, porque mientras más visitas o ventas tengas, eso se puede convertir en dinero.

—¿Hay algún sector vulnerable para este tipo de noticias?

Se aprovechan de personas con baja alfabetización digital, que no saben manejar mucho las redes sociales, que no saben cómo ver que una cuenta puede ser verificada y creen que es verdad todo lo que se publica en internet.

Un estudio en Estados Unidos, analizando las elecciones de 2016, notaron que las personas más propensas a compartir noticias falsas eran las que tenían 65 años o más, porque quizá no tenían la costumbre de las redes y compartían algo pensando que era cierto. Lamentablemente las noticias falsas tienen mayor alcance que las verificaciones que luego se difunden. Una cuenta con el rótulo de verificado es más probable que sea de alguien oficialmente, aunque también pasa que una persona tiene su cuenta, pero no tiene ese sello.

—¿Qué temas son frecuentes?

No solo sucede en política, también hay mucho en salud, economía y en lo que tiene que ver con la moral, el racismo, la violencia, la corrupción. Por ejemplo, una vez verificamos una noticia falsa que decía que en Canadá se estaban dando visas para inmigrantes, para que puedan ingresar a Canadá. Contactamos a la oficina de Migración y nos dijeron que no tenían ese programa de visas. Muchas personas comparte ese tipo de noticias, porque lo ven esperanzador.

—¿Desde cuándo tomó fuerza este fenómeno?

Resaltó más en la campaña presidencial que tuvo Estados Unidos en 2016, pero la manipulación de información, el engaño, siempre ha existido, solo que ahora tenemos medios, como las redes sociales, que ayudan a que se difunda de forma impresionante, por eso se vuelve viral tan fácilmente.

—¿Los periodistas tienen algunas herramientas para evitar reproducir noticias falsas?

Sí. Hay algunas páginas que ayudan a verificar datos de las publicaciones. Pero antes de dar por hecho una noticia, se puede dudar de las que llegan con títulos tan sorprendente, que suena exagerado y dice en términos que, por lo general, esa persona no usa. Puede tratar de contactar a expertos, para que ellos nos digan si eso pudo ser adulterado, pero también hay que intentar contactar de inmediato a la persona o las fuentes, para constatar si en verdad dijo la frase. Antes de confirmar algo, por lo menos tengamos la duda.