La Alcaldía de Santa Cruz de la Sierra ha reportado en el Sistema de Contrataciones Estatales menos de Bs 140 millones en el apartado de obras. Luego de revisar 82 procesos de contratación que se intentaron entre el 1 de enero y el 28 de diciembre de 2018, Bs 142,17 millones contratados o en proceso de contratación, con la salvedad de que el primer proceso, referido al mantenimiento de parques urbanos, por más de Bs 14 millones, no ha sido reportado. En realidad, el municipio más grande del país intentó contratar obras por más de Bs 590 millones, por uno solo de sus proyectos, la sustitución de los focos de alumbrado público por luces ledes, valuado en 450 millones, le echó por tierra sus cifras, terminando el año con una inversión en obras de solo el 3,8% de su presupuesto de 2018, cifrado en más de Bs 3.700 millones.

Durante la semana, se trató de entrevistar a Sandra Velarde, secretaria de Administración y Finanzas de la Alcaldía, para saber qué pasaba con la ejecución de obras, justo después de que se anunciara la contratación de un crédito con la banca privada para pagar obras atrasadas por casi Bs 100 millones.

La arquitecta se excusó de atender las consultas en persona porque se encontraba con una agenda llena y solicitó un cuestionario, que le fue hecho llegar. El viernes, explicó que ya se habían respondido las consultas y lo había enviado a Comunicación para que sea remitido a EL DEBER.

A través del WhatsApp, se le consultó a Arminda Dávalos, directora de Comunicación, sobre la respuesta de Velarde, ella remitió la entrevista en un programa matutino a Roberto Áñez, secretario de Parques y Jardines, en la cual no respondía a ninguna de las preguntas realizadas. Repreguntada Velarde si “de verdad” esa iba a ser la respuesta, ella se excusó y explicó que “la línea” era fijada por Comunicación.

La historia oficial

Ante el silencio municipal, solo queda consultarle al Sicoes. El listado de contratos del Estado cuenta que la administración de Percy Fernández no reportó ningún contrato de obras en los primeros cinco meses del año. El 1 de junio se anunció la contratación del tendido de alumbrado público de la avenida El Palmar, justo en medio de una reestructuración de la estructura municipal, que terminó con Velarde migrando de Planificación a Administración y negando una crisis de liquidez, pese a que el año anterior la deuda municipal se había incrementado un 78%, de Bs 337,061 millones a 602,433.

El resto de la historia que cuenta el Sicoes es bastante rutinaria. Se trata, en su mayoría, de contratos de mantenimiento de obras pasadas, como módulos educativos, parques, plazas, mercados y cementerios. Como “novedad” está la construcción de un puñado de nuevos módulos escolares, algún parque urbano, la segunda intervención en el parque El Arenal en la segunda estancia de Percy Fernández en el sillón municipal y obras complementarias para los nuevos mercados Abasto y La Ramada. En agosto, tanto Velarde como la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, habían anunciado en este medio la licitación de un paquete mayor de módulos educativos y de al menos una línea del nuevo sistema de transporte con buses BRT, pero no llegaron.

Esa era una de las preguntas del cuestionario enviado esta semana. También se le consultó cuánto sumaba la factura del traslado de los mercados, ya que en una anterior entrevista Velarde había explicado que aún no habían sumado los ítems, repartidos en varias secretarías.

Se le consultó al concejal Johnny Fernández, que aseguró que también se pregunta lo mismo, aunque en los informes que le han enviado desde el Ejecutivo ya suman más de Bs 400 millones.

Sobre la falta de contrataciones de obras en 2018, Fernández explicó que las obras entregadas en esta gestión son en su mayoría devengadas de gestiones pasadas, ante la falta de liquidez para pagar las planillas de avance de obras. Tito Sanjinés, concejal del MAS, no tenía conocimiento de la baja contratación del ítem ‘obras’ del Sicoes y cree que en parte es producto de lo gastado en el traslado de los ambulantes, ya que se necesitaron nuevas inversiones ante la alta demanda de puestos.

Curarse en salud

Quizá lo más cercano a una respuesta al cuestionario que se encuentra en el video remitido por Dávalos es cuando Roberto Áñez dice que el municipio está invirtiendo en salud y menciona el pago de ítems, construcción de hospitales de segundo nivel y aplicación del Seguro Municipal de Salud, que alcanza a más de 200.000 personas registradas.

Pese a que no se refiere únicamente a la gestión 2018, sí arroja una pista, como respuesta a una afirmación de José Luis Santisteban, abogado municipalista y asambleísta departamental de Demócratas, que asegura que los problemas económicos se deben a que el municipio se hizo cargo de una competencia que no le compete: salud.

Según él, el pago de 2.400 ítems y el resto de gastos que implica un seguro gratuito se llevan Bs 880 millones, casi un tercio del presupuesto total; sin embargo, eso no explica que menos del 4% haya ido a ‘obras’. Para Santisteban, que fue asesor del Concejo, sí lo hace. Según él, los ingresos nacionales frescos (Coparticipación tributaria e IDH) van a pagar la factura de Salud y Educación (módulos, desayuno escolar y equipamiento).

“Técnicamente, el asumir competencias nacionales con recursos líquidos desde febrero, no ingresos propios, pulverizó la liquidez municipal para hacer obras”, dice Santisteban y asegura que esto ha cambiado el perfil de la gestión de Percy, ya que solo le queda el 10% para pavimento y drenaje, un 7% para movilidad urbana y el 6% para seguridad.

“De no haber asumido el pago que corresponde al Gobierno nacional, Percy tendría 600 millones en febrero para obras de pavimento con las que hacía antes Percy”, remató en solitario, ante un municipio que prefirió callar.