Las escaramuzas duraron media hora, pero fueron aplacadas por la Policía. En las barriadas de la Villa Primero de Mayo y de la Pampa de la Isla reinó la tranquilidad

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7 de diciembre de 2018, 4:00 AM
7 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Entre la curva y la rotonda del Plan Tres Mil fue la única zona donde se vivió una tensa jornada, porque los vecinos que apoyaron el paro cívico casi se enfrentan a palos con los seguidores del partido de Gobierno. De no mediar un contingente policial, cuyo cuartel se encuentra precisamente en la avenida del enfrentamiento, se iban a los golpes.

Las escaramuzas se dieron alrededor de las 8:00, cuando un grupo de comerciantes ambulantes de la rotonda intentó desmontar la barricada armada cerca de la avenida Paurito; entonces los vecinos salieron de sus casas y en pocos minutos se formó un grupo grande que repelió a los masistas, los cuales, a su vez, recibieron refuerzos de unos dirigentes de la zona.

Los cívicos, que se sentaron en plena avenida, entonaban cánticos como ‘mi voto se respeta’ y ‘democracia sí, dictadura no’; a su vez, los masistas respondían ‘no queremos paro, queremos trabajar’. La situación bajó de tono por mediación policial luego de media hora, procediendo los ‘azules’ a retirarse a la rotonda del obelisco, donde se quedaron toda la jornada.

Distritos populosos

Los bloqueos de calles se dieron en pocos barrios del Plan Tres Mil, como El Mechero, Simón Bolívar, Central y Copacabana. En los demás las calles estaban libres, pero a la vez vacías, pues eran escasos los peatones que circulaban al igual que el transporte público, ya que solo trabajaron los trufis de autos y de minibuses, además de las motocicletas, aunque se vio algún micro que no portaba el número de identificación de su línea.

En la Villa Primero de Mayo, por ser día de la feria Cumabi, los puestos comerciales abrieron en un 50%, pero lo que no había era clientes. “No podemos dejar de abrir porque vivimos de la ganancia del día, pero hemos visto que al no haber micros, pocos clientes han venido”, dijo Pura Márquez, una comerciante.

Asimismo, en la Pampa de la Isla, en especial en la avenida Virgen de Cotoca, el bloqueo fue cada 1.000 metros, donde la población acató la medida y solo circularon algunas mototaxis.

Incluso la dirigencia en pleno del D-6 se instaló a lo ancho de la vía para dar el ejemplo. “El paro se acató pacíficamente en nuestro distrito, incluso donde no se bloqueó la gente no salió”, indicó el dirigente vecinal Carlos Díez.

Zona central

En el centro de la ciudad, los mercados permanecieron cerrados. Ramafa, Florida y el mercado Nuevo y en la Ramada, sobre la avenida Grigotá, a media mañana, los puestos estaban cerrados y en el asfalto solo se apreciaba algunos peatones y ciclistas.

No era muy diferente la situación en Alto San Pedro, donde los puestos estaban cerrados y solo algunos negocios de soldadura de los alrededores atendieron, mientras que en la Mutualista alrededor de un 10% de los comercios estaban abiertos, en su mayoría en los alrededores.

Terminal Bimodal

En la terminal Bimodal no hubo salidas de buses. Los andenes lucían desiertos, aunque en la parte interior de la estación había gente sentada o echada esperando las 18:00, horario en el que los buses iban a salir al interior.

Yovana dijo que pasó la noche del miércoles y todo el jueves en la terminal con ansias de partir a Yacuiba, donde iba a visitar a unos familiares. Juvenal Colque estaba extenuado después de llegar a la Bimodal a las 23:00 procedente de San Pablo; quería pasar a La Paz, pero el paro frenó su intención. En esta época la terminal Bimodal administra la salida de unos 250 buses diarios, que representa un flujo de unos 10.000 pasajeros.

El director de Tránsito de la Bimodal, Vladimir Sarmiento, indicó que por precaución los buses no habían salido ayer, pues tenía reportes que había buses retenidos en puntos de bloqueo. Laura Ramos, de la empresa Bolívar, indicó que dos de sus buses quedaron varados en Chimoré y en la vía a La Guardia.

Óscar Nina, que viajaba desde San Pablo a La Paz, contó que unas 150 personas durmieron en las puertas de la terminal.

Aeropuerto Viru Viru

El paro cívico se sintió en el aeropuerto Viru Viru. Lucía semivacío. Los funcionarios de las aerolíneas y personal administrativo estaban prestos a atender al público, pero la ausencia de pasajeros era notoria.

Había dos motivos: que los pasajeros tuvieron dificultades para llegar a tiempo a tomar sus vuelos por causa de los bloqueos y porque muchos tomaron la previsión de llegar el día anterior para volar sin contratiempo.

La familia Arancibia-Daza debía partir a las 9:30 en un vuelo regular a Sucre, pero llegó a las 10:15 a hacer el ‘checking’. No había caso, el avión ya había partido. “Lo que hacemos es reprogramar el vuelo para la tarde”, dijo una aeromoza de BoA.

“Por tomar atajos, nos perdimos. Sorteamos algunos bloqueos con dificultades”, dijo María Daza que iba con su marido, Iver Arancibia y sus tres hijos.

Otro perjudicado fue Lennart Mendoza que, a las 6:00, arribó de Miami y no pudo llegar a la ciudad por falta de transporte. “Los taxistas me garantizaban llegar hasta el km 9, es decir, antes del octavo anillo; pero ¿qué hago llegando hasta allí?”, se preguntó el joven.

“A los pasajeros les está costando llegar. Nosotros tenemos regulaciones internacionales para atender los requerimientos de las líneas aéreas y los pasajeros”, dijo Remberto Quiroz, jefe de aeropuerto.

EN LOS HOSPITALES SE ATENDIÓ EMERGENCIA, PERO SE REDUJO LA AFLUENCIA DE PACIENTES EN 50%
En el hospital San Juan de Dios, el jefe de emergencia Carlos Ugarteche señaló que todo transcurrió con normalidad. “La emergencia está saturada como siempre”, expresó. A las 7:30 realizaron el cambio de turno e indicó que no hubo mayores inconvenientes para el arribo del personal. “Por tratarse de gente que trabajamos en salud en los puntos de bloqueo nos dejan pasar sin inconvenientes”, señaló.

En la Caja Petrolera la situación no era diferente, según comentó el médico Alfredo Albornoz, los pacientes que habían llegado eran para atenciones rutinarias. En el hospital Japonés, el personal médico se instaló la noche anterior al paro. El Dr. Luis Tapia, jefe de emergencia en la jornada, dijo que solo se atendieron casos de rutina por lo menos hasta el mediodía, pues no se recibieron pacientes graves.

“No hubo consultas externas, pero sí pacientes que operar en cirugías programadas. Nada de accidentes o traumas. Ha estado todo tranquilo gracias a Dios”, indicó el galeno.

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