Baja el control en mercados y los gremiales retoman vías públicas

Los comerciantes de cuatro mercados de la ciudad aprovechan el poco control de la municipalidad cruceña para retomar los espacios públicos y vender sus productos. 

En un recorrido que hizo ayer EL DEBER por inmediaciones de la rotonda del Plan Tres Mil y los antiguos mercados Los Pozos, La Ramada y Abasto se observó no solo a los ambulantes asentados en plena vía pública, sino también a los comerciantes que tienen sus puestos dentro de los mercados, que desdoblaron sus tiendas para acomodar sus productos en las aceras.

Por ejemplo, en la av. El Mechero hacia el obelisco están ‘tomadas’ las aceras de seis cuadras, donde se asentaron vendedores de frutas, de carnes de res y pollo, de verduras y de ropa usada y nueva. También hay camionetas estacionadas llenas de mandarinas.

 Ya no se observa a ningún guardia municipal controlando el lugar para evitar que los vendedores ambulantes se asienten en áreas públicas, tampoco hay trabajadores de la municipalidad realizando trabajos en esa zona. Lo que sí está libre de vendedores es el camellón de la avenida principal.

En el antiguo mercado Los Pozos, en el sector denominado ‘cachivacheros’, ocuparon las aceras de las calles Campero y 6 de Agosto para vender su mercadería. Allí también se ven vendedores de ropa usada y de frutas. 

El asentamiento de ambulantes en esa área pública se da dos meses después del traslado de gremiales al mercado minorista Los Pozos, en la av. Alemania, entre séptimo y octavo anillo. 

En la calle Charcas, entre Aroma y Barrón, algunos dueños de tienda sacaron sus mesas para exponer sus mercaderías.

El Abasto y los trabajos

En el camellón central del tercer anillo interno de la avenida Piraí, de la zona del antiguo mercado Abasto, ayer no se vio el asentamiento de los ambulantes, pero las aceras del mercado que dan hacia el tercer anillo externo ya están ocupadas con bolsas de papa, de cebolla, cajones de tomate y canastos de lechuga y repollo. 

También había vagonetas y camionetas que estaban estacionadas llenas de frutas, como ser mandarina. 

La presencia de motorizados parqueados sobre las aceras  de ese mercado provoca congestionamiento del tráfico vehícular en la zona y se agrava un poco más por la presencia de maquinaria pesada que está operando en la rotonda del tercer anillo externo de la avenida Piraí. 

Los comerciantes del mercado Abasto fueron los primeros en ser trasladados a las nuevas instalaciones del Centro de Abastecimiento Mayorista que está en el octavo anillo y avenida doble vía a La Guardia.

La Ramada

En las calles aledañas al mercado antiguo La Ramada aún hay vendedores ambulantes que ocupan espacios públicos para comercializar sus productos.

“Si no vendo, con qué me voy a alimentar”, dijo en tono molesto una vendedora de ropa de invierno que se asentó en el frontis del centro comercial 16 de Julio. A su lado, también había una vendedora de moringa y a escasos metros de ella, otra comerciante de manís y habas cocidas deambulaba con su canasto lleno de productos. 

La Alcaldía responde

Al respecto, Eliana Oller, jefa de Fiscalización de Espacio Público de la Alcaldía, indicó que la presencia de los efectivos municipales en los mercados es permanente, pero que la lucha contra los ambulantes es constante porque muchos de estos cuentan con el apoyo de los dueños de tienda que le dan resguardo, lo que dificulta el trabajo de los funcionarios.

Oller manifestó que en los antiguos mercado Los Pozos y La Ramada hay puntos fijos de control en dos turnos, de 6:00 a14:00 y de 14:00 a 22:00, mientras que en el Abasto, desde las 5:00. 

Además de ello, a partir de las 4:00, personal de apoyo realiza operativos en los tres mercados. La guardia municipal coadyuva en los controles e interviene en los decomisos.

Oller pidió el apoyo de la población en el ordenamiento de mercados, acudiendo a los nuevos centros municipales donde podrá adquirir productos en buenas condiciones.

Propietarios de negocios de la ramada esperan estudio de Prado

Los trabajadores por cuenta propia  y propietarios de negocios estables en el mercado La Ramada, zona central, han encargado al urbanista Fernando Prado la elaboración de una contrapropuesta para reactivar la zona, que se encuentra en cuarentena desde el traslado de ambulantes al Mercado Minorista La Ramada, ubicado en la avenida Moscú. 

El dirigente de los trabajadores por cuenta propia, Javier Serrano, indicó que el temor es que se cambie la vocación de la zona, es decir, de comercial a turística. 

En varias ocasiones, los trabajadores por cuenta propia han salido a protestar en contra del cierre de la avenida Grigotá, lo que ha incidido negativamente en las ventas. 

Prado ya adelantó que el documento que presentará al sector se sustenta en que la zona tiene vocación comercial. 

Hace un mes, la Alcaldía presentó un plan de revitalización de 50 manzanas circundantes a La Ramada, lo que generó polémica.