Madre y maestra. Trabajó por 32 años como docente y el retiro no la detuvo, se dedicó de lleno a su gremio. Fue elegida en tres gestiones presidenta de los maestros jubilados de Santa Cruz. Hoy reconocen su labor

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8 de mayo de 2019, 4:00 AM
8 de mayo de 2019, 4:00 AM

Al iniciar el mes del ser más sublime, recibió la condecoración ‘Madre del Año’, por la agrupación Mano Amiga de los maestros jubilados de Santa Cruz, por los méritos con sus colegas, sus ex alumnos y su familia.

Elffy Aguilera Viera de Pedraza, es cruceña, se formó en la Escuela Normal de Maestros Enrique Finot y le puso alma vida y corazón a su labor de docente por más de tres décadas. Está casada con Emilio Pedraza, tiene cuatro hijos, ocho nietos y dos bisnietas.

Sigue muy activa en su gremio, desde que se acogió a la jubilación. Por sus gestiones, 3.800 maestros jubilados tienen sede propia en la calle Saavedra, instalación que cuenta con servicios médicos, consultorio geriátrico, odontológico, laboratorio y terapias de rehabilitación. Los maestros pensionistas, también tienen una sede campestre con casa de huéspedes en Cotoca.

 Háblenos de Mano Amiga

Es una agrupación de beneficencia del magisterio jubilado, que denominamos Mano Amiga, tiempo atrás apoyábamos a la sala de cirugía del hospital San Juan de Dios y, actualmente, ayudamos económicamente, a las monjitas que manejan el hospital psiquiátrico Benito Menni.

Es la institución que me hace el reconocimiento por mi entrega como maestra y madre. Es un honor que recibo con humildad y que me impulsa a continuar con mi labor.

¿Cuál fue su recorrido desde que se graduó como maestra, hasta que dejó las aulas?

Egresé de la Escuela Normal Enrique Finot el año 1965, destacándome entre las tres primeras alumnas. Realicé los años de provincia en la escuela Lorenzo Suárez de Figueroa, en Cotoca; cumplidos estos, retorné a Santa Cruz y trabajé en la escuela Obispo Santisteban, bajo la dirección del profesor Ricardo Zuna Rico, de quien aprendi mucho y lo recuerdo con mucho cariño y respeto. Posteriormente, trabajé en la escuela Tristán Roca.

Debido a que el sueldo del maestro siempre fue poco, con la colaboración de mi esposo y mis hijos instalamos una librería y luego una lechería; y debido al tiempo que debía dedicar a estos trabajos fue que me trasladé al colegio Fe y Alegría Mariscal Sucre Nocturno, de donde me jubilé, en 1997.

Cumplí y salí como acreedora a un reconocimiento por los servicios prestados a la educación.

¿En qué momento tomó la bandera de la dirigencia de los maestros jubilados?

Conocedora del dificultoso camino de la jubilación, en representación del magisterio, me reuní con otros sectores, como bancarios, petroleros, ferroviarios, municipales y otros; sosteniendo reuniones en el Comité Pro Santa Cruz, donde nace la asociación de Pre-Jubilados, siendo posesionada como la primer presidente, inmediatamente nominamos a los demás integrantes del directorio, quienes desde ese momento me colaboraron en la ardua lucha de la jubilación, ya que habían personas de hasta 80 años de edad sin obtener este beneficio, esto debido al centralismo secante del Senasir, en la ciudad de La Paz, donde se archivaban los expedientes hasta por el error de una letra.

¿Qué consiguió en su lucha?

Mediante marchas, bloqueos y crucifixiones, las que duraron meses, en reuniones con autoridades, tanto locales como nacionales, se logra firmar un convenio, en el cual se reconoce a Santa Cruz como ciudad piloto para aplicar la descentralización de Senasir, trayendo computadoras y todo el material necesario, inclusive técnicos para agilizar los trámites, comenzando así durante este tiempo a jubilarse una gran cantidad de personas.

Fue un gran logro, así evitamos que muchos docentes mayores, que no podían ir a La Paz, realicen los trámites en nuestra ciudad.

¿Cuándo dejó la asociación?

En abril de 2004 dejé una asociación bien organizada, siendo merecedora a una distinción en un emotivo acto de reconocimiento por mi entrega desinteresada.

Y un poco más tarde, el 6 de junio de 2005, fui posesionada como ejecutiva de la Federación Departamental de Maestros Jubilados, después de haber participado en elecciones democráticas

No me puedo apartar de mi gremio que es el magisterio, es mi vida.

¿Hay otro gran logro?

La consolidación del edificio de la federación, frente al colegio Marista, donde se instaló un moderno gabinete de fisioterapia con los equipos recomendados por especialistas y, se contrata una especialista para tratar a los maestros que requieran de estos servicios, que con mucha satisfacción vemos que estamos dando un buen servicio a nuestros colegas.

En Cotoca, compramos una casa, construimos una cabaña grande y una casa con galerías, baños, cocineta y 14 camas para los maestros que deseen quedarse un fin de semana y donde periódicamente festejamos todos los feriados en familia.

¿Su familia siempre la apoyó en todos sus emprendimientos?

Soy muy dedicada a ellos y siempre fue así. Compartimos juntos el trabajo, los problemas, las satisfacciones y sueños.

A la par de nuestros trabajos, yo como maestra y mi esposo como funcionario de la Ex Cordecruz, le pusimos el hombro a la educación de nuestros hijos. Con gran satisfacción se formaron, Gina, es odontóloga; Carlos, es ingeniero civil; Emilio Eduardo, es médico cirujano y Juan Pablo, es contador público.

¿Tiene alguna anécdota que sus hijos le recuerdan?

Si. (risas) Lo que ellos denominan las frases de mamá, como: “no te estoy preguntando, te estoy mandando”, “huir del peligro, no es cobardía” y cuando organizaba mis papeles para las clases: “váyanse lejos y no me hagan bulla”.

Y anécdotas de la escuela

A los alumnos les molestaba que se acabe el recreo y uno de ellos dijo: “Ya fue a tocar la campana la nariz de mono”, siendo delatado en clases por uno de sus compañeros; años más tarde, ya formado como abogado, fui a hacer una transferencia en su oficina y no me quiso cobrar, le manifesté que haga su trabajo, que no es nomás decirle nariz de mono a la maestra.

En la escuela Obispo Santisteban, llevé un curso del primero al quinto básico, a los que les tomé la mano para enseñarles a escribir. Cuando salieron bachiller, grande fue mi sorpresa que el Día del Maestro, vinieron a mi casa para invitarme a una cena, la que transcurrió con mucho cariño, recuerdos y anécdotas, me preguntaron si seguía cantando en clases, si seguía dibujando mi letra y haciéndoles poner detrás del pupitre para no verles la cara, cuando se portaban mal.

Colegas. En la oportunidad en la que se le hizo entrega del reconocimiento como Madre del año, en el Comité Cívico

 

La Federación Departamental de Maestros Jubilados 
Los trabajos realizados bajo el lema Por una mejor calidad de vida, los detalla la presidenta Elffy Aguilera de Pedraza (gestiones 2005-2007, 2009-2012 y 2014-2016).

Primero, se trabajó por la salud de los docentes que cobra sus rentas en el exFondo complementario de la calle Libertad, se canceló una deuda a Saguapac, que había retirado el medidor, se hicieron instalaciones hidráulicas y la construcción de cuatro baños, se techó el patio y se construyeron bancos (asientos), para que la espera de los jubilados no sea agotadora, cuando acudían a cobrar.

La lucha por el bono de cesantía fue otra causa que tomó el directorio y fue hasta el final. “Desde que Sánchez de Lozada dicta la ley de pensiones 1732, confiscando nuestros recursos económicos y nuestros edificios, empieza nuestro calvario y la lucha para recuperar lo que ahorramos durante la vida de activos para cuando llegue la jubilación. Pasaron 12 años de reclamos con marchas, bloqueos y reuniones con diferentes personeros de los gobiernos de turno, donde nos exigen auditorías, crear un ente con personería jurídica y un montón de trabas, hasta que, habiendo concluido con todos los requisitos, el presidente Morales dicta un decreto, donde se reconoce la deuda al magisterio de Bs 181.000.000.

Pero este decreto no se cumple y el Ministerio de Hacienda aduce que el dinero no es esa cantidad y solo nos ofrece Bs 124.000.000, de los cuales Bs 20.000.000 son para re-comprar nuestros edificios. Aún hay deuda, que se debe seguir gestionando”, relata la profesora Aguilera.

En el edificio actual, se realiza atención médica en geriatría, traumatología, odontología, medicina general, ecografía, farmacias, laboratorio de análisis clínicos, gabinete de fisioterapia, enfermería, colocado de lentes, colocado de placas dentales y vacunas (con el apoyo de la Gobernación). Además, clases de baile y yoga, de pintura, bisutería y cocina (con el apoyo de CRE)

La compra de una casa en Cotoca, donde se construyó una cabaña de jatata, cocina, churrasquera y una casa de hospedaje, donde se realizan diferentes eventos y los maestros gozan de este lugar junto a sus familias.

Se compró un terreno en el Casco Viejo, paralelo a la Federación, en el pasillo Flora Salas, donde se construyó una piscina con vestidores, baños, techada, con todo su equipamiento para que sea temperada, para que los maestros realicen sus sesiones de hidroterapia.

“La agrupación Mano Amiga del Magisterio Jubilado, nació en nuestra Federación, en 2012 y no dejamos de apoyar causas sociales”, concluye la exdirigenta de los maestros jubilados de Santa Cruz.