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21 de marzo de 2019, 4:00 AM
21 de marzo de 2019, 4:00 AM

Mientras se ventilaba el reclamo boliviano ante La Haya, casi no se escuchaban voces que cuestionaran la estrategia empleada por nuestro país, porque haberlo hecho exponía a cualquiera a ser tildado de antipatriota. Incluso los expresidentes que se sumaron a la causa se olvidaron de sus diferencias con el Gobierno de Evo Morales y asumieron dicha estrategia como muestra de unidad. Lo que no debió interpretarse como asentir y aprobarlo todo. En retrospectiva, lo patriótico hubiera sido rebatir argumentos y plantear la posibilidad de fracasar en el intento de obligar a Chile a negociar una salida al mar. Demasiado tarde. Ahora lo patriótico sería buscar una salida explotando nuestras fortalezas, acción que no pasa por repetir las trilladas arengas de cada 23 de marzo.

Los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro se admiran mutuamente, eso lo sabemos todos, pero si además intercambian camisetas de fútbol… la cosa va en serio. Qué dirá Pelé de ver al del jopo amarillo luciendo su legendaria verde-amarela número 10. Como para ponerse nervioso. Tan nervioso como debe sentirse Nicolás Maduro al escuchar a la dupla hablar de aliarse militarmente. “Todas las opciones están sobre la mesa”, se volvió a repetir en el encuentro entre mandatarios, para que no quede duda de que la intervención militar en Venezuela es una posibilidad. Lo sensato sería que Maduro dé un paso al costado, no por ceder a la presión externa, sino porque su pueblo necesita más que nunca de un acto de desprendimiento.

La Gestora Pública todavía no consigue hacerse cargo de administrar nuestras jubilaciones. Debió tomar la posta en 2016, y ahora el plazo se ha vuelto a ampliar, esta vez hasta 2021. El ministro de Economía y la COB firmaron el acuerdo de ampliación. ¿Y por qué solo la COB?

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