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24 de noviembre de 2018, 4:00 AM
24 de noviembre de 2018, 4:00 AM

La fuerza del consumo. El ‘Viernes Negro’ se inició en 1950 en Filadelfia (EEUU). Bonnie Taylor-Blake, una investigadora de neurociencias de la Universidad de Carolina del Norte, cuenta que hordas de compradores de los suburbios llegaron a esa ciudad durante los días posteriores al Día de Acción de Gracias. Los comerciantes promovieron ofertas antes de un partido de fútbol entre el Ejército y la Marina, que tuvo lugar un sábado. En 1961 intentaron cambiar el nombre a ‘Gran Viernes’ (Big Friday), pero fracasó. Fue en 2003 cuando los minoristas masificaron sus ofertas con rebajas y consolidaron lo que hoy es considerado el mayor día de compras (Black Friday). Esta fuerza de consumo se expandió a Europa y Latinoamérica, incluyendo Bolivia, con buenos resultados para empresarios, comerciantes y compradores. En EEUU, los Viernes Negro se han convertido en días de mayores ventas, superando a los de diciembre por las fiestas de fin de año. No hay duda de que esto ayuda a que los empresarios, que tienen la obligación del doble aguinaldo, tengan liquidez y cierren con mejores cifras su gestión. Y los consumidores aprovechen para adquirir con altas rebajas, hasta un 70%. Bien por la economía, ojalá que muchos no caigan en la fiebre de comprar sin medir presupuesto.

Brasil y el gas. A poco más de un año para que finalice el contrato de compraventa de gas entre Bolivia y Brasil, ya se anticipa que Petrobras prevé reducir la importación de gas boliviano un 50%. Por ahora, sí o sí, está obligado a comprar hasta 24 millones de metros cúbicos por día, pero la estatal brasileña tendría excedentes de gas para cubrir su mercado local. Las autoridades nacionales han señalado que negocian con empresas de algunos estados para exportar gas. El desafío del Gobierno será mantener al gigante Brasil como principal comprador de gas.

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