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8 de noviembre de 2018, 4:00 AM
8 de noviembre de 2018, 4:00 AM

La victoria demócrata al retomar el control de Diputados en las legislativas de EEUU se relativiza con los votos que les otorga a los republicanos el control del Senado. Los resultados de los comicios tienen una gran relevancia en el sentido que confirman el funcionamiento del sistema democrático de ese país, ya que desde ahora habrá un mayor equilibrio y contrapeso del poder. O sea, Trump tiene limitaciones para hacer lo que se le ocurra hacer, pero tampoco corre peligro la continuidad de su presidencia. El mensaje del electorado es que el buen momento de la economía no basta si hay acciones o intenciones de un gobernante que puede atentar contra la democracia, la inclusión y la tolerancia. De hecho, es histórica y disruptiva para la política estadounidense la llegada por primera vez al Congreso de mujeres indígenas, musulmanas y de un candidato que se declaró gay, además de representantes de otras minorías. Tranquiliza ver así que el sistema funciona en EEUU.

El presidente de la Brigada Parlamentaria cruceña se libró de un juicio penal, luego de que conciliara el desistimiento de la mujer que lo denunció de darle una golpiza. Es decir, no sabremos si alguien tan influyente cometió o no algún delito, ya que un acuerdo entre partes da por cerrado el caso. Aunque también una comisión de los congresistas tiene a cargo la investigación, con este antecedente la posibilidad de conocer la verdad se reduce. Hay que imaginar cuánta gente ha quedado decepcionada.

Se desdijo el alto dirigente del MAS que lanzó la amenaza a los vocales del Tribunal Electoral de atenerse a las consecuencias si inhabilitan a Evo Morales. Hay quienes no entienden que las palabras son como las balas. Una vez salen de la boca, no retornan y pueden “matar”.

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