Opinión

Responsabilidad y claridad en anuncios públicos

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12 de noviembre de 2018, 4:00 AM
12 de noviembre de 2018, 4:00 AM

El sentido común nos dice desde tiempos inmemoriales que las cosas importantes hay que aclararlas muy bien para que todo el mundo entienda. Y con mayor razón si provienen de las autoridades estatales. Esto, tan elemental y de simple lógica, no ha sido ciertamente el caso del críptico comunicado del Banco Central de Bolivia (BCB) anunciando que dejaría de vender divisas. Un poco de claridad y mayor responsabilidad en la materia, podría haber evitado la gratuita especulación que surgió en diversos sectores, llegando a generar además una fuerte demanda de dólares.

Nada le costaba al BCB explicar -con sus propias expresiones justificativas- que había llegado a la conclusión de que no debía continuar con su competencia desleal ante bancos y entidades autorizadas del sistema vendiendo divisas y que optaba por retirarse del mercado, para así dedicarse a sus funciones específicas. Al respecto, recuérdese que en una época el ente emisor también estuvo ofreciendo depósitos a plazos fijos y otros productos financieros, en competencia directa con la banca establecida en el país y en un rol que no le correspondía de ninguna manera. En consecuencia, la especulación y el nefasto surgimiento de quienes aprovechan estas circunstancias en desmedro del consumidor, se produjeron por causa de la confusa información del BCB.

Tiene que existir mayor responsabilidad en los anuncios públicos por parte de organismos gubernamentales, en particular cuando se trata de temas delicados que pueden afectar la propia estabilidad macroeconómica de Bolivia, un valor intrínseco que debe conservarse. Al final, el bien mayor que el Estado tiene que proteger es la economía de los ciudadanos. Por eso el soberano tiene el derecho de exigir transparencia y explicaciones concretas. Si estas últimas no son dadas oportunamente surge el problema. Aunque luego se ofrezcan explicaciones ad nauseam y las aguas se tranquilicen, el primer daño ya estará hecho.

Lo sucedido en el caso de las divisas se podría haber evitado con información responsable en lugar de un comunicado insípido que solo generó nerviosa ansiedad la semana pasada, con particular énfasis en la ciudad de La Paz, que por ser sede de Gobierno es un centro urbano de extrema sensibilidad ante este tipo de situaciones. Para el próximo “anuncio oficial” que surja de cualquier ámbito de la actual administración, cabe esperar que -sea cual sea el sentido de la comunicación- esta llegue al pueblo en forma clara y sin generar confusiones perjudiciales.

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