Opinión

¿Qué hace dando consejos?

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20 de diciembre de 2018, 4:00 AM
20 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Se ha metido a golpes. No estaba invitado y ha entrado violentándolo todo. Evo Morales debiera pasar desapercibido, escondido por vergüenza en un rincón. Pero actúa como el simpático de la reunión y se atreve a dar consejos a los demás candidatos. Critica y pone condiciones. Que preparen proyectos, que hagan planes de gobierno, que atiendan esto o miren aquello… Si cumpliera la ley pudiera hacerlo como estadista experimentado. Si cumpliera su promesa de retirarse a su chaco, tendría derecho a opinar como ciudadano. Pero saltando la barda y rompiendo los vidrios para entrar, solo le queda el derecho a esconderse, a callar.

Muchos dijimos a la oposición que soñaran y que nos contaran sus sueños de país. Les pedimos que nos dijeran uno a uno los pasos que pensaban dar para hacer realidad su sueño. Se lo dijimos muchos, pero que lo diga precisamente el que no piensa volver jamás a ser parte de la población de a pie, parece atrevimiento. Para viajar es imprescindible tener un destino y es necesario decidir la ruta. Son el destino y la ruta nacionales que necesitamos gobernantes y gobernados. Pero Evo Morales, que no piensa ser gobernado por nadie, el dueño perpetuo del país, no parece que pueda pedir ni sueños ni planes. Ni siquiera saludos.

Peor aún, que pida proyectos políticos el que nunca los tuvo ni le importaron. La razón profunda que lo llevó a la presidencia fue imponer desde arriba las exigencias de los cocaleros, lo que había blandido contra todos los gobiernos anteriores. Ese era su plan, aunque jamás lo dejara escrito en proyectos. Levantó la bandera de los indígenas, de los campesinos, de los pobres y de todos los que encontró por el camino, pero una bandera no es ningún proyecto. Nunca dijo qué haría para que los indígenas fueran ciudadanos plenos ni para que los pobres salieran adelante. Simplemente actuó, y si luchó, fue por el poder y por la coca. Ahí cabía dar un abrazo a todos los posibles, como cabía dar su chaparina a los que no quisieran regalar sus tierras a los cocaleros.

Evo y el MAS nunca tuvieron un plan para atender la salud de la población que está indefensa. Nunca hicieron ni pensaron que pudieran hacer algo para que nuestros niños y nuestros jóvenes desarrollaran sus capacidades. Jamás nos dijeron, porque no lo sabían, qué harían para proteger la naturaleza o la madre tierra, como no han empezado a cuestionarse por la frontera entre la producción agrícola y el cuidado de los bosques. No explicaron ni escribieron qué era para ellos producir alimentos. Todavía no saben en qué ni cómo habría que invertir la fortuna que les dio la venta de nuestro gas, que malgastan irresponsables. Durante 12 años improvisaron canchas, escuelas, industrias, aeropuertos, palacios, regados sin orden ni concierto. Improvisaron respuestas para lo que nadie había preguntado ¡Y se atreven a pedir planes y proyectos!

El que rompió el candado para entrar no es el que puede dar consejos ni normas para cuidar la casa. No puede opinar el que mintió. En cada discurso, en cada palabra que nos dijo, inventó inquietudes y promesas que no sentía, que no pensaba y que nunca pensó hacer realidad. Ahora le toca respetar a los que pudieran intentarlo con más verdad.

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