Opinión

Evo: ¡Sálvense como puedan!

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26 de abril de 2018, 4:00 AM
26 de abril de 2018, 4:00 AM

Evo le ha dicho a sus seguidores en Chapare que “la derecha mezquina no quiere la superación de los pobres…que tiene mentalidad capitalista y actúa sin programas sociales” porque se rigen por el principio de “sálvense como puedan”.  Tras esta arenga simplista y caricaturesca de izquierdas y derechas desdibujadas, Morales partió a La Habana, para reunirse con Miguel Díaz-Canel, flamante presidente de Isla. Ocurría a la par que Vladimir Putin, ratificaba la voluntad de fortalecer los vínculos de cooperación rusa con Cuba y Venezuela. Se configura geopolíticamente un mal remedo desideologizado de la otrora guerra fría.  

Irónicamente, el presidente recurre al “sálvense como puedan” cuando el éxodo de miles de cubanos y venezolanos es señal de desesperación y desencanto. Según cifras oficiales, cerca de 660.000 cubanos emigraron desde la ‘Crisis de los Balseros’ de 1994 a 2015. Para otros, el régimen maquilla las estadísticas bajo la figura de “repatriados temporales” que buscan tomar un respiro tras los sacrificios a los que se somete al pueblo cubano. El evento caribeño resultó ser la cereza de una torta cuyos ingredientes, a escala mundial y nacional, cierran 15 días con más miedos que certidumbres.     

El “sálvense como puedan” vale para todos. Las bravuconadas de un impredecible Trump; la fría ambición imperial de Putin y de una China expansiva lo confirman. El mundo convertido en un campo minado que explosiona de tanto en tanto y sin fecha de vencimiento. 

Contradictoriamente, su alocución coincidió con los 24 años de vigencia de la ley de participación popular, la reforma redistributiva y democratizadora más radical que aseguró la articulación de territorios postergados y vacíos de Estado.  

Hay razones para preocuparse. El desbande de seis países de Unasur  no parece contribuir a recuperar la sensatez perdida ni sosegar la estridencia discursiva y autoritaria. La discrecionalidad clientelar con la que dispuso de bienes públicos a favor de la dirigencia de una COB domesticada y la insólita propuesta de reconocer estatus de consejo de Estado al Conalcam lo pintan de cuerpo entero: un autócrata contrario al pluralismo y la independencia sindical. Inclinación profascista revelada.  

No seamos ingenuos, temo que no habrá espacio para la reconducción de un régimen extraviado en el laberinto de miedos, delirios faraónicos y corrupción desbordada. Lejos de moderarse, la paranoia anti imperial lo envalentona. La confrontación al límite, es su juego. Por eso y mucho más, defender la democracia es imperativo si no, “sálvense como puedan”. 

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