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Empresariado boliviano, listo para asumir el desafío

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15 de abril de 2019, 3:00 AM
15 de abril de 2019, 3:00 AM

Bolivia ha cambiado y no es la misma de hace 15 años. La inversión pública ha llegado a niveles importantes y el trabajo en torno a ella se ha plasmado en grandes proyectos de infraestructura que, en buena medida, compensan el rezago en materia de inversión pública que tenía nuestro país.

El Estado ha llevado adelante un modelo que requería de ingentes cantidades de recursos públicos, que se pudieron cubrir por los niveles de ingresos que obtuvimos gracias a los altos precios internacionales de nuestro gas. Pero hoy, al haber descendido notablemente esos ingresos y ante la necesidad de sostener el nivel de crecimiento y calidad de vida logrados, el Estado ya no puede responder solo: necesita de la concurrencia del sector privado.

Desde nuestra visión, es imprescindible ahondar en las alianzas virtuosas, que posibiliten que los actores del modelo, se encuentren de manera convergente y posibiliten que, en aquellos espacios que la inversión pública, tenga límites, participe la inversión privada.

No pretendemos interpelar la validez y la eficacia de la inversión pública en el país, al contrario, es indispensable; pero es un hecho que el nivel de crecimiento y su impacto en la economía, pueden ser mucho mayores con el concurso de la inversión privada.

Hoy tenemos un sector privado más diversificado, que ha sabido afrontar los desafíos complejos de vivir en un mundo globalizado, que ha transitado en la lógica de aprovechar las oportunidades del crecimiento económico y que, ha demostrado que tiene la capacidad y solvencia suficiente para seguir haciéndolo. Hemos aportado con impuestos, con generación de valor, hemos posibilitado la cualificación de nuestra mano de obra, hemos generado muchos empleos, nos hemos abierto a los senderos de la tecnificación e innovación; pero la certeza es que el trayecto aún es largo y amerita adecuarnos a las actuales condiciones.

Reafirmamos el rol de las empresas como agentes generadores de valor que, pueden ser más productivas, mediante la innovación, uso de nuevas tecnologías y el conocimiento derivado de la experiencia. Los empresarios en Bolivia, estamos preparados para generar de manera constructiva y conjunta políticas activas de inversión.

El empresariado boliviano tiene razón de ser en la necesidad natural de seguir contribuyendo al crecimiento de la economía y, de esta manera, impactar positivamente en nuestra sociedad. Pero además en la necesidad de abrirnos nuevos horizontes, para potenciarnos mediante la colaboración entre la inversión pública y la inversión privada.

Precisamos por ello de espacios colaborativos, en los que podamos de manera eficiente generar nuevas realidades. Nuestra propuesta hoy, tiene que ver con la agenda de un trabajo conjunto, que nos lleve a derroteros de progreso, crecimiento y mayor bienestar.

Nuestra visión no solo es innovadora sino también global. Debemos comprender a Bolivia como un todo, pero esa integralidad está compuesta por partes que precisan de un desarrollo armónico y equilibrado. Bolivia debe ser un cúmulo de polos de desarrollo especializados y un centro conector del Pacífico con el Atlántico.

En definitiva, el sector privado boliviano está firme y dispuesto a seguir generando valor para nuestra sociedad, para nuestros trabajadores, para el Estado, para las familias de nuestros trabajadores y para nosotros mismos, a partir de procesos colaborativos y alianzas con el sector público y con todos los actores necesarios para tal fin.

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