Opinión

El Gobierno y los empresarios

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15 de febrero de 2019, 4:00 AM
15 de febrero de 2019, 4:00 AM

El Gobierno ha puesto la mirada en los empresarios privados del oriente de Bolivia y está celebrando reuniones técnicas de alto nivel en las que se analiza la expansión de la frontera agrícola, el incremento de la producción y el consiguiente aumento de los valores de exportación. Después de duros golpes al sector privado, traducidos en incrementos salariales por encima de los niveles de inflación y el pago del doble aguinaldo, entre otros, el momento actual parece labrarse un nuevo rumbo que puede ser favorable para la economía de los bolivianos.

Desde todo punto de vista es fundamental que el Gobierno dialogue con todos los actores del país. Es más, es importante que los planes de desarrollo de Bolivia incorporen la visión y las propuestas de los sectores que generan empleos.

Los productores de oleaginosas hicieron planteamientos concretos y urgentes en una de las últimas reuniones sostenidas con el vicepresidente y varios ministros del área económica: que se incorpore la biotecnología (semillas transgénicas); que se liberen las exportaciones y que se elimine la franja de precios y los cupos de abastecimiento. En contrapartida, ofrecen duplicar el área de cultivo de 2,1 a 4 millones de hectáreas; la producción de granos de 4,5 a 12 millones de toneladas y dar un salto en el valor de las exportaciones de 1.107 millones a 2.861 millones de dólares anuales, solo en granos.

Tales planteamientos recuerdan también que la restricción a las exportaciones y la franja de precios fueron frenos para el crecimiento del sector agroindustrial, lo cual no se sintió en la macroeconomía mientras estaban altos los precios internacionales de petróleo, de minerales y de soya. Sin embargo, en este momento, los ingresos de productos no tradicionales pueden ser la clave para que la ralentización económica no afecte en demasía a Bolivia y, algo fundamental, se pueda generar más empleo.

Hay voces que critican el acercamiento bajo el argumento de que es político electoral y que los privados terminan siendo funcionales a las aspiraciones gubernamentales. No sabemos si es así, pero es una oportunidad para eliminar las trancas que el sector agroindustrial ha tenido durante varios años.

De otro lado, hay que estar expectantes a la política de gobierno y a los acuerdos internos en el Poder Ejecutivo, ya que llama la atención que mientras unos ministros promueven las Alianzas Público Privadas, otro (que es cabeza del gabinete económico) sugiera que ese modelo sea revisado.

En todo caso, para la economía nacional y el destino de quienes carecen de empleo, será mejor si se hacen viables las posibilidades de expandir la producción para generar más recursos en un momento difícil. Los pasos que se den deben tener una mirada larga en el tiempo y, sin duda, no pueden estar cargados de demagogia, porque ésta será evidente y pasará la factura política en el tiempo.

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