Opinión

Demócrata en España, golpista en Bolivia

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11 de julio de 2019, 4:00 AM
11 de julio de 2019, 4:00 AM

Ya había corrido el señor Rodríguez Zapatero en auxilio de Nicolás Maduro. Desliz que lo define. Ahora viene a socorrer a Evo Morales. Otra por el estilo. No está claro si viene a apoyar al amigo o si viene contratado para hablar en su favor. Pero vino y habló más de lo que sabía y mucho más de lo que debía.

Ya dijo hace unos años que había visto en Bolivia una impensable transformación económica. Ahora lo repite, aunque la verdad es que ni entonces ni ahora vio realmente lo que es ni lo que hay en nuestra tierra. No tiene ni idea. Todo un expresidente de un país europeo y no distingue entre la economía de un país y la coyuntura económica momentánea y pasajera. No distingue los espejos de los diamantes.

El señor Zapatero no sabe que nuestra economía continúa siendo la misma de siempre. El que él admira como mago de la economía nacional no dio un solo paso para transformarla, ni con el chorro de millones de dólares que recibió durante cerca de diez años. Seguimos incapaces de producir. Mejor dicho, somos menos capaces que hace 15 años de producir lo que necesitamos para comer. Somos dramáticamente dependientes y vivimos exclusivamente de vender lo que hay bajo nuestro suelo, con el agravante de que ya no sabemos encontrarlo ni extraerlo. Nuestros mercados son angustiosamente insuficientes y nuestros niños y jóvenes no aprenden en la escuela a desarrollar sus capacidades ni a prestar ningún servicio a su sociedad.

¡Que ha visto un teleférico! ¿Y qué? Podía haber visto palacios y museos de los gobernantes y grandes fábricas, que no producen, y autos blindados. Pudo haber visto canchas de pasto sintético, pero no quiso ver que al lado de las bellas canchas los niños beben agua de la acequia ¿Ha visto que la mitad de nuestra población no tiene más medio de vida que sentarse en una acera para vender cuatro naranjas? ¿Ha visto algún hospital que no sea el hospital presidencial? ¿Ha sabido de los niños que mueren de hambre en la Bolivia que lo maravilla?

Pase, que le mostraran lo que querían y que ingenuo lo creyera. Después de su breve tour guiado por el país, puede sentirse un experto en desarrollo de los pueblos. Pero nada le da derecho a respaldar el golpe a la democracia, que él ha venido a respaldar. No puede nadie, y menos un representante de un país civilizado, justificar y apoyar un golpe de Estado.

¿Sabe de la economía boliviana y no sabe que la Constitución Política del Estado prohíbe la reelección presidencial? ¿Sabe que Evo Morales ha cambiado nuestra dependencia y no se ha enterado de que el país le ha prohibido en referendo cambiar la Constitución para eternizarse en el poder? ¿Tiene bola de cristal para adivinar nuestro futuro económico y no se ha enterado de que nuestros jueces, atemorizados e institucionalmente serviles, han emitido fallos, que no les corresponde, para cambiar la Constitución a gusto del tirano?

El mundo entero criticó al presidente Bush y a su acólito Aznar. Mintieron razones para invadir Irak y destrozar un pueblo. Lo criticó en su momento Rodríguez Zapatero. Ahora él miente igual que aquellos y pisotea como ellos la voluntad de un pueblo.

Si viene por amistad, auxiliar al amigo en la comisión de un delito es delinquir. Si viene contratado, vender la opinión es prostitución ideológica. La última opción es la estupidez.

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