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11 de junio de 2019, 9:04 AM
11 de junio de 2019, 9:04 AM

La pugna por el precio de la soya golpea duro al sector. Lo que se inició como una demanda al Gobierno central, derivó en una pelea entre industriales y productores desesperados por recibir un mejor pago por el ‘grano de oro’. Los precios internacionales de este producto llegaron a su mayor nivel en 2012 cuando la tonelada se cotizó en $us 622; sin embargo, se conoce que los productores solo llegaron a recibir $us 498 en esa época, según registros de la CAO. Esa cifra ha ido variando por diferentes factores. Este año, el mayor comprador de la soya de América del Sur ha sido China, por lo que el precio referencial más importante para los productores está en Rosario, donde la tonelada se cotiza en $us 343 más $us 20 que ofrece el país asiático como premio, sumando un monto total mayor que en la bolsa de Chicago. Al margen de las negociaciones entre ambos sectores, por un precio más justo, urge que los productores puedan acceder a nuevas variedades del grano, resistentes a las plagas y la sequía, e inviertan en más tecnología que les permita aumentar su nivel competitivo.

La diferencia se nota. Causa sorpresa ver cómo el servicio del Segip va mejorando poco a poco. A diferencia de años anteriores, en los que la población se veía obligada a hacer largas colas a la intemperie, haga frío o calor, hoy las oficinas del Segip en el centro comercial del tercer anillo y casi av. Piraí, han logrado dar mayor comodidad a los ciudadanos, que esperan su turno sentados y en un ambiente cerrado. De entrada, una joven ofrece información a quienes llegan en busca de algún servicio. De rato en rato, un funcionario solicita amablemente que tomen asiento a quienes se quedan parados a la espera del trámite. Por lo visto, se ha avanzado bastante y es una buena señal en el proceso de modernización del servicio de identificación en el país.

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