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25 de octubre de 2018, 4:00 AM
25 de octubre de 2018, 4:00 AM

Algo de oxígeno para el enfermo, pero no el remedio para su curación. Eso es lo que significa el acuerdo del Gobierno con los dirigentes de las microempresas sobre el pago del doble aguinaldo. La flexibilización del plazo de desembolso es lo mínimo que se debería aprobar, considerando la situación de las unidades productivas menores, que tienen dificultades de flujo y una caída de sus ingresos. Hay una prórroga y se permitirá cubrir una parte del monto en especies. Algo de alivio para el 10% de las planillas de las empresas. ¿Pero qué pasará con el 90% restante? ¿Quedarán libradas a su suerte? De la salud de todas las empresas depende la salud de la economía boliviana. Si varias quiebran o se hunden, subirá el desempleo. Tampoco es un estímulo para las compañías privadas aprobar contrataciones si cada año suben los costos laborales. Por lo tanto, el acuerdo de ayer es un calmante para algunas, pero no para la mayoría. No todos los sectores tendrán utilidades. Solo los que tuvieron un buen año.

Un legislador del oficialismo ha sido acusado por su expareja de haberle propinado una golpiza. Como era de esperar, el sindicado niega la denuncia. Cabe una investigación policial y judicial seria, sin protección ni con el peso de algún fuero. La violencia contra la mujer se debe sancionar con dureza y con la misma vara para quienes la cometan.

Un largo bloqueo de la ruta a Trinidad ha provocado pérdidas en la producción. El transporte se queja del mal estado de una carretera fundamental y corresponde que la ABC garantice su habilitación, considerando la importancia de la conexión interdepartamental. El conflicto se arregla con una respuesta que implica autorizar de inmediato las obras.

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