Quedan tres días para decidir si se construye la obra con aval del Congreso. Madres separadas de sus hijos presentan demanda

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12 de febrero de 2019, 4:00 AM
12 de febrero de 2019, 4:00 AM

El presidente Donald Trump llevó ayer su campaña a favor del muro en la frontera con México a la ciudad limítrofe de El Paso, cuatro días antes de que venza el plazo que le estableció al Congreso para que financie ese proyecto.

El mandatario, que realizará en El Paso un mitin de estilo electoral, considera que los inmigrantes ilegales representan un riesgo de seguridad nacional para Estados Unidos y que solo pueden ser frenados ampliando las barreras existentes.

Para respaldar su argumento, Trump advirtió sobre el ingreso al país de violadores y traficantes de personas, un mensaje que los críticos consideran abiertamente xenófobo y basado en información manipulada. Trump eligió El Paso por ser un cruce histórico donde, según el republicano, los muros impidieron el ingreso fuera de control de delincuentes desde México y convirtieron a la ciudad en un modelo de lo que podría pasar en otros puntos de la frontera.

Denuncias por agravio

Por su parte, un grupo de madres que fueron separadas de sus hijos en la frontera entre Estados Unidos y México el año pasado denunció el maltrato del Gobierno del presidente Donald Trump y el trauma que sufren a raíz de la aplicación de la política de “tolerancia cero” en el linde.

“Mientras estuvimos separadas, no pude ni comer ni dormir. Tuve pesadillas, perdí mucho peso, dolores de cabeza y empecé a perder pelo. Fue una tortura”, argumentó la guatemalteca Leticia, una madre de 25 años que fue separada de su hija de 5 años por más de cuatro meses. Leticia explicó que tomó la decisión de abandonar Guatemala junto con su hija después de recibir dos amenazas de muerte de una banda callejera.

“Venimos a EEUU buscando refugio de la violencia de nuestro país, pero en vez de ofrecernos seguridad, el Gobierno estadounidense nos atormentó a mí y a mi hija”, relató la joven.

Leticia forma parte de un grupo de seis familias de inmigrantes que presentaron un reclamo individual contra la Administración de Trump, bajo la Ley Federal de Demandas por Agravio (FTCA, en sus siglas en inglés), con la ayuda del Consejo Estadounidense de Inmigración.

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