May seguirá en el cargo para recibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que realizará una visita de Estado a Reino Unido del 3 al 5 de junio, ya que su dimisión está fijada para el 7 de junio

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24 de mayo de 2019, 8:45 AM
24 de mayo de 2019, 8:45 AM

Visiblemente emocionada y con la voz quebrada, la primera ministra británica Theresa May anunció el viernes su dimisión, reconociendo su incapacidad para hacer aceptar el acuerdo negociado con Bruselas y dejando al Reino Unido bajo la amenaza de un Brexit brutal.

"Lo intenté tres veces" pero "no fui capaz" de lograr que el Parlamento aprobase el acuerdo de divorcio, afirmó ante las cámaras de televisión frente a la puerta negra del número 10 de Downing Street, su residencia oficial en Londres.

"Creo que era correcto perseverar incluso cuando las posibilidades de fracasar parecían altas, pero ahora me parece claro que en el interés del país es mejor que un nuevo primer ministro lidere ese esfuerzo", agregó, proclamando su amor por el Reino Unido al borde de las lágrimas.

Por eso "dimitiré como líder del Partido Conservador el viernes 7 de junio", anunció.

May seguirá así en el cargo para recibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que realizará una visita de Estado a Reino Unido del 3 al 5 de junio.

La semana siguiente comenzará el proceso para designar a su sucesor, que será nombrado antes del receso parlamentario, el 20 de julio, según el calendario anunciado por la formación conservadora.

Numerosos aspirantes deberían lanzarse en los próximos días a esta carrera. Pero de momento el único que anunció oficialmente sus ambiciones es el controvertido exministro de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, defensor de cortar claramente los puentes con la Unión Europea y que inmediatamente llamó al país y al Partido Conservador a "unirse y cumplir con el Brexit".

"No cambiará nada"

Tras el referéndum de junio de 2016 en que 52% de británicos votó a favor de poner fin a 45 años de integración europea, Reino Unido debía haber abandonado el bloque el 29 de marzo. Pero ante el tozudo rechazo del Parlamento al acuerdo negociado por May, el Brexit fue pospuesto dos veces, la segunda hasta el 31 de octubre a más tardar.

Los Tories deben "aprender la lección o morirán", afirmó el eurófobo Nigel Farage, líder del Partido del Brexit, considerando que May "juzgó mal" los deseos de los británicos y de sus compañeros de formación al insistir en mantener una estrecha relación con la UE.

La anunciada victoria de Farage en las elecciones europeas que el Reino Unido celebró el jueves, pero cuyos resultados no se conocerán hasta el domingo, y la posibilidad de que la líder conservadora sea remplazada por un defensor de un Brexit duro vuelven a poner sobre la mesa la posibilidad de una salida británica brutal sin acuerdo.

"El Brexit duro parece en estas circunstancias una realidad casi imposible de frenar", estimó la portavoz del gobierno español Isabel Celaá. 

Sobre todo, habida cuenta que la UE no está dispuesta a renegociar el texto que May no logró hacer aceptar a euroescépticos ni proeuropeos.

Su dimisión "no cambiará en nada la posición adoptada por el Consejo Europeo para el acuerdo de salida", advirtió desde Bruselas una portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva. Está también por ver si la UE aceptaría, llegado el caso, un tercer aplazamiento del Brexit.

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