En base a comunicaciones entre Moro y los fiscales obtenidas de fuentes anónimas, el sitio cofundado por el periodista estadounidense Glenn Greenwald ha publicado desde principios de junio información que puso a la defensiva al ahora funcionario del gobierno del presidente Jair Bolsonaro

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8 de julio de 2019, 6:00 AM
8 de julio de 2019, 6:00 AM

El exjuez de la causa de corrupción más importante de Brasil, Sergio Moro, devenido ministro de Justicia, orquestó filtraciones de información sobre Venezuela para desestabilizar al gobierno del socialista Nicolás Maduro, según revelaciones del sitio de investigación The Intercept Brasil.

El domingo, el sitio aseguró que el exmagistrado sugirió a los investigadores responsables de la investigación anticorrupción Lava Jato en Brasil que filtraran información comprometedora para el gobierno de Maduro en relación al escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que reconoció pagar sobornos en múltiples países.

En base a comunicaciones entre Moro y los fiscales obtenidas de fuentes anónimas, el sitio cofundado por el periodista estadounidense Glenn Greenwald ha publicado desde principios de junio información que puso a la defensiva al ahora funcionario del gobierno del presidente Jair Bolsonaro.

De ser auténticos, los mensajes cuestionarían la imparcialidad del entonces juez en la operación anticorrupción. Las primeras revelaciones mostraron presuntas consultas para perjudicar la candidatura del líder Lula da Silva, y luego de su delfín Fernando Haddad, en las elecciones de octubre de 2018.

"¿Tal vez deberíamos revelar las confesiones de Odebrecht sobre sobornos en Venezuela?", le consulta Moro a Deltan Dallagnol, fiscal jefe a cargo de la investigación, el 5 de agosto de 2017 en mensajes vía Telegram.

De acuerdo con la publicación de The Intercept, al comienzo de una conversación sobre filtraciones, Dallagnol le había dicho poco antes a Moro: "Habrá críticas y un precio (que pagar), pero vale la pena exponerse para ayudar a los venezolanos". 

Ese mismo 5 de agosto de 2017, la Fiscal General venezolana Luisa Ortega, que era chavista y terminó oponiéndose al gobierno de Maduro, había sido destituida de su cargo por la recién constituida y oficialista Asamblea Constituyente.

Poco después, una vez que se refugió en Colombia, acusó a Maduro de estar involucrado en el escándalo de corrupción masiva en torno a Odebrecht, afirmando tener evidencia. 

El domingo, en una declaración, la fiscalía de Curitiba (sur), que trató algunos de los aspectos más explosivos del Lava Jato, rechazó las acusaciones de The Intercept. 

Indicó que no reconocía "los mensajes atribuidos a sus miembros en las últimas semanas". "El origen y la veracidad de los mensajes, obtenidos a través de los ciberdelincuentes, no se pueden confirmar", escribió el ministerio público.

Según una encuesta publicada el domingo por el instituto Datafolha, un 58% de los consultados cree que si las irregularidades son confirmadas, las decisiones de Moro deberían ser revisadas. 

El gigante brasileño de la construcción Odebrecht ha confesado el pago de coimas en países de la región y África para ser beneficiado con contratos. 

En Venezuela, la cifra asciende a 98 millones de dólares. La Justicia venezolana, señalada por la oposición de asistir al gobierno, desestimó avanzar en investigaciones.