París reunió ayer a unos 60 jefes de Estado y de Gobierno que asistieron al centenario del armisticio de la primera gran conflagración en el mundo. Alertan sobre el resurgimiento de la amenaza nacionalista

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12 de noviembre de 2018, 5:00 AM
12 de noviembre de 2018, 5:00 AM

Líderes de todo el mundo conmemoraron ayer en París el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, una oportunidad que aprovecharon para alertar sobre la amenaza nacionalista y sus riesgos para la paz.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el ruso Vladimir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan y la canciller alemana Angela Merkel destacaron entre los cerca de 70 jefes de Estado y de gobierno que participaron bajo una lluvia persistente en un acto solemne al pie de la tumba del soldado desconocido, en el Arco de Triunfo.

“Sumemos nuestras esperanzas en lugar de oponer nuestros miedos”, exhortó Emmanuel Macron en un discurso en el que urgió a sus pares a rechazar “la fascinación por el repliegue, la violencia y la dominación” en memoria de los combatientes de la Gran Guerra (1914-1918).

“Juntos, podemos conjurar esas amenazas que son el espectro del calentamiento global y la degradación de nuestra naturaleza, la pobreza, el hambre, la enfermedad, las desigualdades, la ignorancia”, insistió el presidente francés.

Ante la “llama eterna”, instalada sobre la tumba que representa a los 10 millones de combatientes muertos, condenó el nacionalismo que Trump había reivindicado hace unas semanas, al considerar que es “lo contrario” y “la traición” del patriotismo.

Trump y Putin

Después de que sonaran los clarines, en remembranza de los que hace 100 años anunciaron el alto el fuego, los mandatarios almorzaron en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia francesa. En el menú: bogavante de Bretaña, ave de Bresse con papas de Somme y postre de chocolate.

Este momento propició una conversación entre Trump y Putin, cuyas relaciones son complejas, durante una charla informal en la que también participaron Macron y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Mientras tanto, las parejas de los jefes de Estado, entre las cuales destacaba Melania Trump y la princesa Charlène de Mónaco, fueron acogidos para un almuerzo por la primera dama francesa, Brigitte Macron, en el palacio de Versalles.

Por la tarde, todos los dirigentes con excepción de Trump participaron en un Foro Internacional por la Paz organizado por la presidencia francesa para defender el multilateralismo que ha imperado desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

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