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Dimite el jefe del banco de desarrollo de Brasil

Joaquim Levy, un economista formado en la escuela neoliberal de Chicago y ministro de Finanzas de la expresidenta izquierdista Dilma Rousseff, presentó su renuncia al ministro de Economía, Paulo Guedes

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16 de junio de 2019, 19:10 PM
16 de junio de 2019, 19:10 PM

El jefe del banco de desarrollo de Brasil (BNDES) dimitió este domingo, un día después de que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro amenazara con despedirlo, avivando una crisis política que implica a su Gobierno.  

Joaquim Levy, un economista formado en la escuela neoliberal de Chicago y ministro de Finanzas de la expresidenta izquierdista Dilma Rousseff, presentó su renuncia al ministro de Economía, Paulo Guedes.  

"Agradezco al ministro su invitación a servir el país y le deseo éxito en las reformas", dijo Levy en un comunicado. 

Bolsonaro había amenazado el sábado con despedir a Levy a raíz del nombramiento de Marcos Barbosa Pinto, un directivo del BNDES vinculado al Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), rival ideológico del presidente. 

"El Gobierno es así, no puede tener a gente sospechosa" en cargos importantes, dijo Bolsonaro a la prensa. "Le he dicho [a Levy]: 'Despide a ese tipo el lunes o te echaré sin pasar por Paulo Guedes'". 

La renuncia de Levy es el último episodio de una semana agitada para el gobierno de Bolsonaro. El presidente despidió el jueves a su secretario de Gobierno, el general retirado Carlos Alberto dos Santos Cruz, que se había enfrentado a los hijos del mandatario, y destituyó al jefe del servicio de correos brasileño.

Santos Cruz fue el tercer ministro en abandonar el Gobierno en seis meses.  El presidente también tuvo que lidiar con el escándalo surgido en torno a su ministro de Justicia, Sergio Moro. Unos mensajes publicados por la prensa sugieren que, durante su etapa como juez anticorrupción, éste colaboró con fiscales para apartar de las elecciones presidenciales de 2018 al líder histórico del PT, Luiz Inácio Lula da Silva. 

Bolsonaro hizo una defensa ambigua de su ministro. Aunque volvió a defender a Moro ante las acusaciones de delito, dijo que no confiaba al "100 por 100" en el exjuez, al que muchos brasileño consideran como un emblema de la lucha contra la corrupción y un miembro clave del Gobierno. 

En julio de 2017, Moro, de 46 años, sentenció a Lula a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, una condena reducida este año a ocho años y 10 meses por un tribunal superior.

La sentencia acabó con la esperanza de Lula de volver a presidir el país y dio la puntilla a décadas de gobiernos de centroizquierda en Brasil.