Battisti fue condenado una primera vez en Italia a principios de la década de 1980 a 13 años de prisión por pertenecer a las PAC durante los "años de plomo". Se escapó en 1981. Ha sido condenado por cuatro homicidios

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14 de enero de 2019, 16:18 PM
14 de enero de 2019, 16:18 PM

El exactivista de extrema izquierda Cesare Battisti condenado en Italia por haber participado en cuatro asesinatos en los años 1970, expulsado de Bolivia, ingresó este lunes en una prisión en la isla de Cerdeña para purgar una pena de cárcel a cadena perpetua tras permanecer prófugo durante años.

El avión Falcon 900 que trasladó a Italia a esta figura de los "años de plomo" aterrizó al final de la mañana en el aeropuerto romano de Ciampino. Battisti, de 64 años, descendió sonriente y sin esposas, rodeado de una docena de policías.

Detenido el sábado en Santa Cruz, en el este de Bolivia, y expulsado el domingo, fue trasladado a una sala del aeropuerto donde se le notificaron las actas jurídicas con los cargos en su contra.

"Sé que iré a la cárcel", declaró Battisti, quien parecía resignado, según fuentes policiales. En el avión, habló sobre su vida y de su fuga de Brasil hacia Bolivia pero, sobre todo durmió, visiblemente tranquilo.

Luego fue trasladado en un convoy de vehículos de la policía hacia otro avión para dirigirse a la prisión de Oristano, en el oeste de Cerdeña, una cárcel de alta seguridad a la que llegó después del mediodía.

Según los medios de comunicación italianos, esta prisión inaugurada en 2012 alberga a más de 250 detenidos, muchos de los cuales están sujetos al severo régimen denominado "41bis", previsto para integrantes de la mafia. Cada celda cuenta con baño y una pequeña cocina.

Conforme al reglamento de la cadena perpetua, Battisti deberá permanecer en régimen de aislamiento durante seis meses.

"Sólo el comienzo"

"En nombre de 60 millones de italiano, quiero agradecer a las fuerzas de seguridad por habernos regalado este sol, esta esperanza, esta certeza, esta confianza reencontrada en la justicia. El clima cambió, el que se equivoca tiene que pagar, Italia es un país soberano, libre, respetado, respetuoso y respetable", declaró el ministro del Interior Matteo Salvini.

 "Luego de 37 años, finalmente, un asesino, un delincuente, una persona infame, un cobarde que nunca pidió perdón, terminará allí adonde debe ir. Y no es el final, es sólo el comienzo", agregó evocando "las decenas" de otros actores de los "años de plomo" aún fugitivos en Francia o en América Latina.

En Italia, la detención de Battisti fue saludado por unanimidad, desde la derecha a la izquierda del arco político, en particular porque el exjefe de los Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) clama su inocencia y nunca expresó arrepentimiento.

"Un criminal y un arrogante", dijo Nicola Zingaretti, principal candidato a la presidencia del Partido Demócrata (PD, centro-izquierda), que también reclamó la misma firmeza contra los militantes fascistas.

Protegido en Francia y en Brasil

Battisti fue condenado una primera vez en Italia a principios de la década de 1980 a 13 años de prisión por pertenecer a las PAC durante los "años de plomo". Se escapó en 1981.

Fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad por cuatro homicidios y complicidad en otros asesinatos a finales de los años 1970.

Vivió 15 años exiliado en Francia protegido por el gobierno socialista de Francois Mitterrand, donde se convirtió en exitoso autor de novelas policiales.

Tras una estadía en México regresó a Francia, pero en 2004 se vio obligado a partir de ese país: los vientos políticos habían cambiado. Se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Rio de Janeiro en 2007.

En 2010, Lula da Silva negó su extradición a Italia tras un largo proceso judicial con una estadía en la cárcel. En el último día de su mandato, le otorgó el estatuto de refugiado político. Battisti se casó con una brasileña, con quien tuvo un hijo en 2013.

El 13 de diciembre un juez de la Corte Suprema brasileña ordenó su arresto "para ser extraditado". El acta de extradición fue firmada al día siguiente por el presidente conservador Michel Temer, al que Jair Bolsonaro (extrema derecha) sucedió el 1 de enero.

Pero las autoridades brasileñas habían perdido su rastro. Según una fuente gubernamental boliviana, Battisti ingresó al país "de manera ilegal".

Utilizando la geolocalización de teléfonos celulares de su entorno, que utilizó para conectarse a las redes sociales, se lo detectó la semana pasada en Santa Cruz, donde la policía boliviana e italiana prepararon su arresto.

Había pedido el estatuto de refugiado político en Bolivia, pero el gobierno de Evo Morales no dio lugar a su pedido.