La muerte de cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, en un accidente de tránsito tras ser perseguidos a tiros por una patrulla policial consternó a la población argentina.  

El Deber logo
24 de mayo de 2019, 20:30 PM
24 de mayo de 2019, 20:30 PM

Cientos de personas se movilizaron este viernes en la capital argentina para repudiar los casos de abuso policial tras la muerte el lunes de cuatro jóvenes, tres de ellos menores de edad, durante una persecución policial que incluyó disparos.

"Basta de Gatillo Fácil", "Justicia", decían los carteles que portaron los manifestantes en su marcha desde el Congreso hasta la histórica Plaza de Mayo.  

La muerte de los jóvenes conmocionó a la opinión pública y llevó a la detención de siete policías.  

Las víctimas circulaban en un viejo automóvil y no advirtieron o hicieron caso omiso de la indicación policial de detenerse, tras lo cual dos patrulleros los persiguieron con disparos.

El conductor perdió el control y se estrelló contra un camión detenido. Ocurrió en San Miguel del Monte, una pequeña localidad de 20.000 habitantes a 100 km al sur de Buenos Aires.  

Sobrevivió una adolescente de 13 años, pero está muy grave. Murieron el conductor de 22 años, un adolescente de 14 y dos de 13.

"El gobierno de (Mauricio) Macri y (la ministra de Seguridad Patricia) Bullrich ha dado carta libre a la policía y por eso terminamos con esta masacre", dijo a la AFP Inés Alderete, madre de Marcos Acuña, un joven de 22 años asesinado de un tiro en la espalda en 2015, un caso por el que será juzgado un policía en septiembre.

La marcha fue organizada por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), formada por personas con familiares muertos por acciones policiales.  

"Nuestros pibes están en peligro con este Estado que primero mata y después averigua, como pasó en San Miguel del Monte", afirmó Alderete.

A partir de las pruebas reunidas por la justicia, cuatro policías fueron acusados por cuádruple homicidio y otros tres de encubrimiento.

La justicia consideró  "injustificada" la persecución realizada por dos patrullas "en claro abuso de sus funciones".

Los policías negaron haber disparado, aunque uno de los adolescentes fallecidos presentaba una bala en un glúteo, según determinaron forenses.

El caso "causa dolor, tristeza, impotencia", dijo a la AFP Raquel Alegre, madre de Luciano Arruga, muerto a los 16 años en 2009 en un caso que aún se investiga y por el que está bajo la lupa la policía de la provincia de Buenos Aires.

Los restos de Luciano fueron hallados cinco años después de su desaparición, enterrados como NN en un cementerio.  
Meses antes de desaparecer había sido arrestado y torturado por la policía en una comisaría durante 10 horas, caso por el que fue condenado un policía a 10 años de prisión.

"Los familiares estamos cansados, queremos justicia", dijo Alegre.