El kirchnerismo acordó con el disidente Sergio Massa. El acuerdo peronista se llamará Frente con Todos. Mauricio Macri, con el justicialista Miguel Ángel Pichetto, encabezará el frente Juntos por el Cambio

El Deber logo
13 de junio de 2019, 4:00 AM
13 de junio de 2019, 4:00 AM

El proceso electoral en Argentina entra en un peligroso proceso de polarización entre una coalición opositora encabezada por el kirchnerismo y otras fuerzas del peronismo que enfrentará a la alianza ampliada que postula la reelección del presidente liberal Mauricio Macri en los comicios de octubre.

Ayer venció el plazo para inscribir partidos y frentes.

Al frente de la expresidenta Cristina Fernández, el kirchnerismo acordó con el peronista renovador Sergio Massa: el acuerdo peronista se llamará Frente con Todos, donde confluirá la mayor parte de las corrientes peronistas.

Macri causó un impacto hace 24 horas al elegir como compañero de fórmula a un peronista, el senador Miguel Ángel Pichetto, en una jugada que implicó ampliar la agrupación oficialista Cambiemos, cuyo nuevo nombre será Juntos por el Cambio.

“Macri ha sorprendido. Pichetto no le va a agregar votos ni sacar. Pero tiene mucha experiencia en la política y capacidad de diálogo con gobernadores y legisladores. Es un hombre para la gobernabilidad sobre todo para después de las elecciones si el oficialismo gana”, dijo el analista Ricardo Rouvier.

A dos caballos

La acción de Macri cayó muy bien en los mercados. Fue la contrapartida de la sorprendente decisión de Fernández del 18 de mayo, cuando se lanzó como candidata a vicepresidenta acompañando la postulación de su exjefe de gabinete Alberto Fernández.

Así, Cristina, como la llaman popularmente, delegó el puesto natural de candidata presidencial que tenía por liderazgo en una figura más moderada y dialoguista. “Las elecciones se convierten en una carrera de solo dos caballos, entre Macri y Fernández”, señaló en un informe la consultora Eurasia Group.

Por su parte, el analista Sergio Berensztein tiene una opinión similar. “Las dos grandes coaliciones se están preparando para disputar el poder”, dijo.

Todos los sondeos de intención de voto anticipaban la polarización, pues el tercero en discordia, Roberto Lavagna, otro peronista que se postula a la Presidencia, carece de peso y recibe apenas entre 6% y 8% de intención de voto. Exministro de Economía, Lavagna es el padre de la reestructuración del 76% de la deuda en default en 2006. Se presentará en alianza con socialistas provinciales y disidentes del peronismo. Su candidato a ‘vice’ es un peronista liberal, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.

Giro a la moderación

La mayoría de los observadores coincide en que corren vientos de prudencia en el fragor político frente a la crisis económica que azota al país con recesión, inflación, desempleo y endeudamiento.

“Al margen de las candidaturas, hay un giro en la política al pragmatismo, la moderación y al centro. Alberto Fernández es lo más moderado que podía mostrar Cristina”, comentó Berensztein.

En la alianza macrista participa con fuerte presencia territorial en cada distrito la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR). “Hay que reconocer el aporte de los radicales que llamaron a una apertura de la coalición y a incorporar a peronistas”, agregó.

“Los asesores electorales de Macri siempre han pensado que deben atraer los votos antiperonistas. En ese sentido, (la postulación de Pichetto) es un reconocimiento claro de cuán difícil es el panorama electoral, así como de la preocupación creciente de que Alberto Fernández tenga un muy buen resultado en las primarias y se coloque cerca de ganar en la primera vuelta”, subrayó la consultora Eurasia.