La salud mental tiene el 2% del presupuesto total de salud en el departamento. Desde la Gobernación afirman que Bolivia no tiene políticas contra el suicidio

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11 de septiembre de 2019, 4:00 AM
11 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Los suicidios son prevenibles. “Quien tiene ideas suicidas no quiere terminar con su vida, quiere terminar con sus problemas y no ve la salida”, es el razonamiento de Iracema Justiniano, siquiatra y responsable del Programa de Salud Mental de la Gobernación. Y advierte de que nueve de cada 10 que han considerado acabar con su vida sí lo han manifestado, solo que nadie le presta atención.

A propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que una persona muere cada 40 segundos por suicidio, así lo afirmó el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a tiempo de llamar a los países para que incorporen estrategias de prevención del suicidio en los programas nacionales de salud.

¿Cuánto ha avanzado en ello Bolivia? En la página del Ministerio de Salud se afirma que existe el Plan Nacional de Salud Mental 2017-2021, pero desde el Programa de Salud Mental departamental aseguran que no hay políticas específicas. “Bolivia tiene el presupuesto más bajo para dedicar a este tema, que es el 0,2% de su presupuesto para salud, el más bajo de Latinoamérica”, advierte Justiniano.

En nuestro medio

Del presupuesto departamental de salud un 2% se destina para salud mental, refiere Justiniano, haciendo notar que en Santa Cruz se invierte más que a escala nacional y reconoce que la mayor parte de ese dinero va a parar al hospital siquiátrico, quedando muy poco para la prevención.

Lo que es peor, en nuestro país las cifras no están muy claras por falta de formalidad en las fuentes de información sobre los suicidios. Por ejemplo, solo se consiguen datos de la Felcc, pero en los hospitales, adonde acuden los casos de envenenamiento, no se llegan a clasificar estos bajo el rótulo de suicidio o de intento de suicidio, pues se los registra como intoxicación, por lo que el suicidio está subdiagnosticado en el sistema de salud.

En el sistema público

En el departamento apenas hay ocho siquiatras y sicólogos en el sistema público de salud (sin contar las Cajas) y la medicación está cubierta solo si la persona está calificada con discapacidad mental dentro del Programa de Discapacidad. El SUS ha contemplado el tema de salud mental, pero como Santa Cruz acaba de implementarlo aún no se tiene claro hasta dónde cubre.

Por su cuenta la Gobernación cruceña presentará en octubre un proyecto para tener unidades de siquiatría y centros comunitarios de salud mental dentro de las redes de salud como una política departamental.